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Los objetivos deben trazarse de manera controlada por un profesional médico, que le dirá cómo avanzar y conquistar logros.
El Lic. Christian Román Flores, nutricionista, indica que para que una persona adquiera buenos hábitos, se trabaja en averiguar cuáles son los malos hábitos. Una vez reconocidos y que el paciente se ha dado cuenta de cuáles son esos hábitos errados, el siguiente paso es proponerse pequeños cambios, paso a paso en cortos períodos de tiempo y sin mayor impacto en su día a día.
–¿En cuánto tiempo se podrá adquirir una buena alimentación?
–Todos nosotros traemos los hábitos, ya sean buenos o malos, de la primera escuela, que es la familia. Es mucho menor el tiempo de adaptación de los cambios en niños que en adultos. No podemos decir que se produce en una o dos semanas, lo importante es que el paciente incorpore en su vida diaria los buenos hábitos y perduren.
–¿Es necesario recordar el objetivo propuesto en una agenda diaria?
–Siempre es importante tener visible el objetivo, de modo que la persona no olvide su meta, ya que estos cambios no solo mejoran la imagen, sino sobre todo su salud. Además será fundamental concienciar a toda la familia y que esta participe como sostén.
–¿Cuál es el cronograma semanal que deberá seguir?
–Lo importante es que tenga una rutina que se haga costumbre con el tiempo, y respetar siempre las indicaciones del profesional. Y si por algún motivo no lo cumple uno, o varios días, se deberá retomar lo antes posible el cronograma. Podrá variar de acuerdo a cada paciente y será individual y personalizado, de acuerdo a su necesidad, a su edad, peso, actividad física y patología. Es bueno recordar al paciente su objetivo y motivarlo siempre.
Todo cambio debe ser gradual porque para lograr una nueva conducta se requiere de un aprendizaje previo, el cual se desarrolla de manera progresiva, hasta que el paciente adquiera dichos hábitos y los incorpore a su rutina diaria.