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Lo primordial es trabajar relajado, la respiración profunda es básica para esta disciplina, se denomina la respiración abdominal o respiración del bebé, que justamente se realiza desde el abdomen”, afirma.
Refiere el maestro que “incluso para pensar se debe hacer una pausada respiración. Para esta disciplina, además de una música suave y la práctica de movimientos corporales, se pueden utilizar varios elementos como espadas, palos de varios tamaños o abanicos”.
“Los movimientos son fáciles, por ejemplo, círculos con las manos apoyadas en las piernas, de modo a disociar las partes del cuerpo para lograr la relajación. Se puede realizar movimientos rápidos, lentos o combinados”, subraya.
Afirma que “las personas pueden llegar a realizar todos los movimientos pues el límite solo está en la mente, si una persona dice “sí, puedo”, podrá, por más que sea dura como una madera. No existe contraindicación, cada persona realiza los ejercicios de acuerdo a sus posibilidades”.
Explica que “el tai chi, es también conocido como el tai chi chuan o tai ji quan. El maestro general Chen Wang Ting plasmó en el tai chi chuan su obra de fusión de las artes marciales que él conocía, con las técnicas de meditación, canalización de energía y conocimientos de medicina, a fin de crear un arte marcial muy poderoso, al que denominó tai chi chuan”.
Para practicarlo es importante saber que “debe estar relajado, con las rodillas flexionadas, de lo contrario se endurece todo el cuerpo. Los ojos deben seguir los movimientos. En esta disciplina se trabaja la concentración y la armonía interior”, resalta.
No se forzará una postura, de lo contrario perdemos las ventajas de hacer tai chi. La actitud correcta nunca produce dolor.