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doctor Ursino Barrios, pediatra, afirma que la relación del padre con el hijo debe ser la de un guía en la vida y en los aspectos en que sea necesario, debe incluir la suficiente disciplina como para guiar al mismo hacia una libertad de criterio y de pensamiento, proveyéndolo de información adecuada, para lo cual debe ser auxiliado o ayudado por la madre que es un factor importante dentro de la familia.
“Debe estar preparado para observar, actuar o preguntar sobre la evolución del hijo, tanto dentro del entorno familiar, en los amigos de su hijo o en el colegio; la familia contribuye al desarrollo emocional, a los aprendizajes y a establecer pautas de conducta social, en todo este aprendizaje el padre debe figurar como un ejemplo a seguir y un rector de conducta”.
Señala el profesional que conocer la psicología evolutiva en los hijos puede ser de gran utilidad a los padres para saber esquemas básicos de desarrollo de los hijos según la edad y así poder actuar en consecuencia.
No es amor
“La permisividad es un entendimiento erróneo de lo que es el amor, algunos padres dirán quiero demasiado a mis hijos como para castigarles, puede que esto suene bien, pero no es lo correcto”.
“Los padres deben ser fieles en disciplinar a sus hijos cuando estos lo necesiten. Es necesario que los padres conozcan el tipo de programas de televisión que observan o la información obtenida de las redes informáticas, ya que la inmadurez infantil o juvenil da pie a difuminar los límites entre la ficción y la realidad y tienen pocos puntos de referencia que permitan contrastar la realidad televisiva con la vida misma; estos aspectos pueden ser suplidos en parte con los padres”.
Será el ejemplo
“El padre debe transmitir valores éticos, morales, laborales e intelectuales a los hijos y guardar con ellos una relación amistosa sin llegar a perder el rol protagónico que le confiere su misma paternidad, no debe llegar a caer en el error de igualarse sin discriminaciones con los hijos y que esto dé pie a que en ocasiones sean desautorizados o menoscabados por los hijos”.
Además refiere el doctor que debe evitarse el maltrato psicológico con hostilidad verbal crónica, crítica o amenaza de abandono, desprecio hacia las inquietudes de los hijos y el constante bloqueo de las iniciativas de interacción y contacto por parte de la figura paterna por ser sencillamente el mayor o el “aportante” fundamental de la casa”.
“Ya lo dijo José Hernández en su obra gauchesca Martín Fierro ‘Un padre que da consejos, más que padre es un amigo’”.