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La diabetes mellitus engloba un conjunto de enfermedades metabólicas caracterizadas por la presencia de niveles elevados de glucosa (azúcar) en sangre, que puede estar producida por una deficiente secreción de insulina, una resistencia a la acción de la misma, o una mezcla de ambas.
La insulina es una hormona producida por el páncreas y se encarga fundamentalmente de permitir el consumo de la glucosa por las células. Si su producción es insuficiente, la glucosa permanece en la sangre y se produce un cuadro de hiperglicemia (azúcar elevada) característico de la diabetes.
El intervalo de referencia de la glucosa en sangre es de 70 a 110 mg/dL. Existen varios tipos de diabetes, siendo los más conocidos:
- Diabetes mellitus tipo I: que se presenta a temprana edad y se caracteriza por ser insulinodependiente, es decir, el paciente requiere la aplicación de insulina para metabolizar la glucosa, ya que el páncreas no la produce.
- Diabetes mellitus tipo II: de aparición en la edad adulta, por lo general después de los 40 años. Se caracteriza por un déficit relativo de insulina. Por lo general, los pacientes son obesos y el tratamiento se limita al consumo de hipoglucemiantes orales (medicamentos ingeridos por vía oral que estimulan el consumo celular de la glucosa).
- Diabetes gestacional, de aparición durante el embarazo.
Pruebas para la diabetes
- Glucosa: el paciente debe presentarse al laboratorio con 8 a 12 horas de ayuno, en ese periodo de tiempo solo puede consumir agua. Un valor de glucosa superior a 126 mg/dL indica un diagnóstico provisorio de diabetes.
- Curva de glucosa: con esta prueba es posible realizar la confirmación de diabetes. El paciente debe presentarse al laboratorio con 8 a 12 horas de ayuno, en ese periodo de tiempo solo puede consumir agua. Se toma una primera muestra de sangre, luego el paciente debe ingerir una solución de glucosa de concentración estandarizada.
A las dos horas se vuelve a tomar una segunda muestra de sangre. De ambas muestras se determina la concentración de glucosa.
Se establece el diagnóstico de diabetes cuando el valor de glucosa en la segunda muestra es superior a 200 mg/dL. Durante el estudio el paciente debe permanecer en el laboratorio sin realizar actividad física, sin ingerir alimento más que agua y sin fumar.
Los análisis laboratoriales, siempre que vayan acompañados por procesos de control de calidad y que sean correctamente interpretados, son sumamente útiles en el diagnóstico de esta y muchas otras patologías.