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La capacidad de compensar el dolor en las articulaciones viene de la fuerza muscular. Se sabe que músculo parado se atrofia y, consecuentemente, los dolores aumentan. Es eso mismo que estás leyendo: en los dolores articulares crónicos podemos y debemos movernos más, esto aliviará los síntomas, así lo dice el doctor Renato Kalil, médico del deporte.
“Cuando estamos viviendo algún proceso físico doloroso todo se vuelve peor en nuestras vidas, ya no se puede caminar tranquilamente y con postura adecuada. Entrar en el coche se vuelve complicado, bailar pierde la gracia, se vuelve peligroso tomar un simple baño, bajar las escaleras ya no es posible. Todo comienza a ser más difícil de ejecutar”, asevera el experto.
¿Y por qué esto ocurre? El doctor Kalil dice que “aumenta la fuerza y flexibilidad de los músculos y tejido conjuntivo que circundan las articulaciones. Cuando los músculos del muslo son más fuertes, por ejemplo, pueden ayudar al apoyo para la rodilla, aliviando una parte de la presión en una articulación”.
Alivia la rigidez, –asegura– que por sí sola puede ser dolorosa. Cuando no nos ejercitamos, los tendones, los músculos y los ligamentos tienden a acortarse cada día más rápidamente. Pero el ejercicio y el estiramiento de la cadena muscular posterior del cuerpo pueden ayudar a reducir la rigidez y preservar o ampliar su amplitud de movimiento.
“Aumenta la producción de líquido sinovial, el lubricante dentro de las articulaciones. El líquido sinovial ayuda a traer oxígeno y nutrientes para las articulaciones. Así, el ejercicio ayuda a mantener sus articulaciones “bien aceitosas”.
Además, “aumenta la producción de compuestos naturales que combaten y aumentan el umbral del dolor. Ayuda a mantener el peso bajo control, lo que puede ayudar a aliviar la presión en las articulaciones con soporte de peso, como las caderas, las rodillas y los tobillos”.
Así también explica, “se acrecientan los productos químicos naturales en el cerebro que ayudan a impulsar su estado de ánimo. Usted se sentirá más feliz, además de sentirse mejor”.
Fuente: Kurotel - Centro Médico de Longevidade y Spa de Gramado (RS), Brasil.