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El doctor Enrique Basili, especialista en hepatología y gastroenterología, aborda el tema de los efectos indeseados de los medicamentos.
“Los antiinflamatorios no esteroides (Aines) y la aspirina son fármacos muy útiles en medicina y utilizados desde hace muchos años. Los Aines más conocidos son ibuprofeno y diclofenac, pero existen muchos otros; que son eficaces para calmar dolor, inflamación y algunos la fiebre. La aspirina es eficaz para las mismas indicaciones y a dosis bajas actúa reduciendo la formación de coágulos en la sangre, siendo por ello importante en la prevención de infartos o accidentes cerebrovasculares isquémicos, los derrames”.
Sin embargo, continúa el profesional, “estos fármacos pueden presentar efectos adversos varios dependiendo de la dosis, de la idiosincrasia o de la genética del metabolismo del paciente. Hay pacientes que rápidamente se complican incluso con dosis relativamente bajas y otros son mucho más resistentes”.
“A nivel del aparato digestivo alto pueden provocar gastritis medicamentosas y úlceras que pueden complicarse con sangrados, pudiendo ser graves en ocasiones. En el intestino pueden igualmente provocar lesiones y ocasionar hemorragias de divertículos”, advierte el gastroenterólogo.
El galeno recomienda “no automedicarse, salvo ingesta ocasional. Tomar protectores gástricos en caso de medicación a dosis plena por varios días, en caso de antecedentes de gastritis o úlceras gastroduodenales o de ingesta concomitante, junto a otros fármacos para el aparato digestivo”.
Según detalla “la principal familia farmacológica de ‘protectores gástricos’ son los inhibidores de la bomba de protones (IBP), disponibles desde 1989, siendo el primero y más conocido el omeprazol, pero existen varios de la misma familia. Estos medicamentos actúan reduciendo la producción de ácido por parte del estómago. Son altamente eficaces para controlar síntomas dependientes del ácido (acidez, reflujo, dolor, problemas de digestión, etcétera) y en en el caso de los Aines, evitan que estos produzcan daños pero únicamente a nivel del aparato digestivo superior”.
El especialista afirma que “en los últimos años han aparecido numerosos artículos incriminando a los IBP en la aparición de efectos colaterales o indeseables. Esto ha alarmado a la comunidad científica y a los pacientes, llevando incluso a la suspensión de la medicación correctamente indicada y, por consecuencia, exponiendo a los pacientes a complicaciones. El problema radica en la ingesta, la venta libre y la reputación de proteger el estómago contra todo”.
¿Existen riesgos de los IBP?
El doctor Basili comenta que recientemente realizó una revisión detallada para una disertación en el Congreso de Medicina Interna de este año.
“Los supuestos efectos adversos son varios, pero los que más inquietan a médicos y pacientes son dos: riesgo de cáncer de estómago y riesgo de demencia. Se puede decir con certeza científica, a casi 30 años de uso, que no existe ningún riesgo de cáncer debido al uso de IBP, pero se debe resaltar que si se toma la medicación por alguna molestia que no fue correctamente estudiada, esta puede aliviar los síntomas sin controlar a fondo el problema. O sea, por ejemplo, puede existir una lesión pre-cancerosa o ya hasta un cáncer y el paciente, al sentirse aliviado con la medicación, no consulta y deja evolucionar. Por eso, en los pacientes mayores de 40 años con molestias es imperativo estudiarlos con endoscopía digestiva”, recomienda el doctor.
“Con respecto al riesgo de demencia, ya sea por déficit de vitamina B12 u otro mecanismo, algunas publicaciones de Alemania han hecho sonar la alerta, pero a la fecha no se ha comprobado un riesgo real, aunque se debe recalcar que existen estudios en curso”, informa.
“Existen otros efectos colaterales como infecciones digestivas (por disminución de la barrera ácida gástrica), déficit de magnesio o interacciones con fármacos cardio-vasculares que, sin embargo, son puntales y manejables por los médicos. En conclusión, los IBP como el Omeprazol, presentan a la fecha un riesgo muy escaso. Los efectos adversos han sido sobredimensionados, pues los comprobados son escasos, leves y perfectamente manejables en conocimiento de ellos”.