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Gabriela Brítez, de Sun Beauty & Spa, señala que “las duchas solares resultan más higiénicas que las camas solares, ya que evitan la transmisión de hongos y otras enfermedades, pues en la ducha la persona se encuentra parada y no acostada como se posiciona en la cama solar”.
Afirma la profesional que “la ducha solar ayuda a obtener un bronceado parejo y en menos tiempo, en comparación con el bronceado con luz natural. S e p r o g r a m a n e n t r e s tiempos de 8, 12 y 15 minutos, aunque la intensidad es la misma”.
“El tiempo de exposición dependerá de ciertos factores, por ejemplo, si se realiza por primera vez o si es de tez muy blanca. Se aconseja empezar con ocho minutos para evitar lesiones, como manchas, enrojecimiento de la piel e incluso ampollas, debido a la exposición”.
Acota Brítez que “no se aconseja realizar dos veces al día la ducha solar, lo recomendable es día de por medio o después de dos días. Las personas más susceptibles son las de piel blanca, más aún si se realiza por primera vez este tratamiento”.
“A partir de los 16 años de edad en adelante se pueden realizar las duchas solares. Se indica poner por todo el cuerpo protector solar con el fin de cuidar la piel ante las primeras exposiciones de los rayos emitidos por la ducha solar”.
Señala que “la persona podrá ingresar con o sin traje de baño, además deberá usar gorrita, lente y toalla. Se aconseja hidratar la piel al salir de la ducha y ponerse una crema hidratante. Recuerde que pasadas unas seis horas se observan los resultados de la primera sesión de ducha solar”.
Contraindicaciones y temores
Brítez resalta que “la principal contraindicación es el embarazo, tampoco podrán realizarse el procedimiento personas de piel muy sensible, con tez muy blanca. Se evitará la presencia de personas con lentes de contacto y celulares”.
Las radiaciones que emiten las duchas y camas solares producen alteraciones importantes en las células, pues generan deterioro y envejecimiento de la piel, incluso producen efectos como cánceres cutáneos y cataratas en los ojos, en especial si no se usan los lentes adecuados.
También pueden generar enfermedades como lupus o dermatomiocitis (enfermedad del tejido conectivo, que inflama los músculos y la piel) en algunas personas. Se aconseja tomar sol con radiaciones naturales en horarios adecuados.