Discitis en el adulto

Se debe pensar en una discitis cuando un paciente, adulto que consulta por dolor en la espalda no responde al tratamiento con analgésicos o inclusive empeora. Puede esconderse bajo síntomas inespecíficos.

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La Dra. Graciela Elizeche, experta en dolor, informa sobre la discitis o espondilodiscitis, que afecta al disco intervertebral y a la superficie de los cuerpos vertebrales.

–¿Qué origina esta infección?

–Su causa es infecciosa y el germen que se encuentra con mayor frecuencia es el estafilococo aureus y otros estafilococos. También es causado por bacilos gram negativos, incluso anaerobios. Es una infección poco frecuente y en personas de edad avanzada hay que pensar en cándida o microbacterias que pueden causar la discitis.

–¿Cómo se contamina el disco?

–La infección puede llegar a los discos a través de la circulación sanguínea desde un foco infeccioso, por ejemplo, desde alguna infección respiratoria, infección de la piel, o de la vía urinaria, por contaminación directa durante las cirugías en la columna. Suele ocurrir también luego de traumatismo. Menos frecuente es la infección que proviene de una zona infectada y cercana al disco.

–¿Qué predispone a padecerla?

–Los factores que predisponen a su aparición espontánea son: la edad avanzada, la diabetes, traumatismos severos, el alcoholismo y procesos que disminuyen las defensas del organismo.

–¿Por qué es difícil el diagnóstico?

–El problema para diagnosticar la discitis es que se presenta como un dolor en la columna sin un signo o síntoma específico, y esto hace que se retrase el diagnóstico de dos a seis meses, en promedio.

El dolor de espalda es la queja principal del paciente que no se alivia con el reposo o con analgésicos comunes. La región lumbar es la más afectada, seguida de la región torácica y menos frecuente el segmento cervical.

–¿Puede presentarse con fiebre?

–Si bien es un proceso infeccioso la fiebre no es un signo constante. Aparece en solo el 60% a 70% de los pacientes. Pueden ocurrir síntomas inespecíficos como pérdida de peso y falta de apetito. A nivel de la zona afectada se siente espasmo muscular, y el dolor empeora con los movimientos.

–¿Cuáles son los parámetros a tener en cuenta?

–Es un dolor lumbar que no responde al tratamiento analgésico habitual y los exámenes de laboratorio orientan hacia un proceso inflamatorio o infeccioso. Los estudios con imágenes como la radiografía, la tomografía computarizada y la resonancia magnética muestran estrechamiento del espacio entre las vértebras del disco comprometido. Hay erosión de los cuerpos vertebrales, e incluso abscesos infecciosos cerca de las vértebras. Se debe realizar la biopsia, siempre que haya sospecha de la infección por la clínica, la radiología y el laboratorio, y aun así es probable que no se logre un diagnóstico concreto.

Cómo combatirla

* La forma de luchar contra la discitis se basa en el tratamiento analgésico y la antibioticoterapia.

* Es necesario recurrir a los analgésicos, según la intensidad del dolor del paciente, desde el inicio de la aparición de las molestias.

* Los antibióticos están indicados, lo que hace la diferencia en cuanto a otras acciones contra los dolores más frecuentes de la espalda.

* La elección del antibiótico se realiza de acuerdo a las bacterias causantes.

* Al principio se administra por vía intravenosa, por una a dos semanas, luego pasa a vía oral en cuanto se produzca mejoría, tanto clínica como de los parámetros infecciosos en el laboratorio. Y se continua hasta la resolución completa del cuadro, que ocurre en aproximadamente cuatro semanas.

* Su frecuencia es baja, pero cuando se produce esta afección se caracteriza por ser prolongada. Existe posibilidad de desarrollar complicaciones neurológicas y ser causa de otros cuadros infecciosos por la inmovilidad, o contagios durante los periodos de internación.

mirtha@abc.com.py

Fotos: Virgilio Vera y archivo de ABC Color.

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