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La doctora Flavia Montanía Ferreira, ortopedista (*), habla sobre los pies de los niños y las expectativas de mejoría.
–¿Cuáles son los defectos congénitos que pueden entorpecer la marcha?
–Existen muchos defectos congénitos ortopédicos que pueden alterar la marcha: algunos causan defectos en la forma de caminar y otros pueden retrasar su inicio. Aquellos que cambian la estructura normal de las extremidades inferiores, en cualquiera de sus regiones, alteran la manera de caminar y las que se asocian a enfermedades neurológicas, aparte de alterar la manera de caminar también provocan el retraso del inicio de la marcha.
Algunas de estas enfermedades son: el pie equino varo congénito-pie bot, el astrágalo vertical congénito o también llamado pie plano congénito, las faltas de formación de determinados huesos ya sean del pie o de la pierna, llamadas agenesias; los fallos en la formación de determinados huesos como el fémur corto congénito, la displasia de cadera, etc.
–¿Cuáles son las más prevalentes en Paraguay y por qué?
–Una de las enfermedades que vemos frecuentemente en consultorio es el pie equino varocongénito conocido como pie bot. En ella el pie cambia totalmente su forma normal, se presenta equino (como en punta de pie), con la parte anterior del pie desviada hacia adentro. De continuar así en el desarrollo del niño, este terminará pisando sobre el borde externo del pie. No existe explicación de su prevalencia; si bien, se habla de una causa genética. Puede aparecer en un lado del pie o en ambos lados.
Otra de las enfermedades congénitas es la displasia de cadera. En ella la articulación de la cadera se forma de manera anormal durante el crecimiento del feto en el vientre de la madre. De continuar el niño sin tratamiento, empezará retrasadamente la marcha y cuando lo haga caminará con cojera. En cuanto a las causas se da cierta importancia a la posición del feto dentro del vientre de la madre, tienen más probabilidad de desarrollarla los que se mantengan en posición sentada. Se habla también de la predisposición genética.
No tenemos que olvidar las enfermedades de causas neurológicas que pueden causar alteraciones ortopédicas.
–¿Qué detalles tendrá en cuenta el pediatra y cuál es la edad para los diagnósticos?
–La mayoría de las afecciones congénitas pueden diagnosticarse al nacimiento o durante los primeros días de vida. En este caso es fundamental la buena preparación de los pediatras, que en la mayoría de los casos deben realizar el diagnóstico inicial y remitir al especialista para continuar tratamiento.
–¿Qué tratamientos propondrá el especialista?
–Se hablará sinceramente con los padres acerca de la enfermedad de su hijo o hija. En los casos que las enfermedades puedan solucionarse tempranamente en forma conservadora (sin cirugías), se iniciará el tratamiento correspondiente. En los casos que el tratamiento sea quirúrgico se planteará el mismo en forma inmediata o respetando los tiempos si no urge la cirugía.
(*) Auxiliar de Cátedra de Ortopedia y Traumatología, Universidad Nacional de Asunción.