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El cuidado nutritivo debe ser primordial para todas las personas, sobre todo en estudiantes, cuyo rendimiento depende 100% de la capacidad cerebral, sostiene la licenciada Julia Plaza, especialista en nutrición. “En un plan de alimentación para un joven en etapa estudiantil, debe excluirse el alcohol, ya que provoca la muerte de neuronas, incluso en dosis moderadas. Además, hay que abstenerse del tabaco, pues la nicotina produce vasoconstricción de las arterias cerebrales (las estrecha), reduce el riego sanguíneo que llega al cerebro y la oxigenación de las neuronas”.
Asimismo, la experta recomienda evitar la ingesta de café y bebidas con cafeína. “Aunque en dosis bajas parece mejorar la atención y combate la sensación de fatiga y sueño; en exagerada cantidad genera ansiedad y nerviosismo. Y cuidado también con los refrescos con cafeína oculta”.
Al referirse a la alimentación del joven estudiante, señala que debe ser rica en antioxidantes, debido al elevado consumo de oxígeno por parte de las neuronas del cerebro y al trabajo que realizan. Aconseja el consumo de betacarotenos, que se encuentran en la zanahoria, en el mango, la naranja, la calabaza y el zapallo.
“Las vitaminas C están en las frutas cítricas, y la E se halla en el germen de trigo, almendras, semillas de girasol, etc. El sésamo es un eficaz protector del cerebro y, además, es un antioxidante; es fuente de hierro y calcio”.
Por otra parte, la diplomada indica cuál debe ser el hábito para una vida saludable del estudiante. “Beber suficiente agua es vital porque el cerebro contiene una proporción de agua mayor a la de cualquier otro órgano. Una hidratación insuficiente provoca falta de concentración e irritabilidad nerviosa. Además, es necesario dormir lo suficiente, ya que la falta de sueño provoca lapsus, fallos de memoria, merma de las funciones cognitivas, es decir, tardamos en aprender”.
La nutricionista pide reducir el consumo de carne que genera sustancias de desecho como urea y ácido úrico que entorpece el funcionamiento cerebral. Asimismo, insta al consumo de frutas y hortalizas y a no rendir un examen sin antes comer. “Debemos encontrar el equilibrio en la alimentación, para mantener estable la glucosa y así favorecer la concentración en el momento de la prueba”, concluye.