Diagnóstico médico del alcoholismo

El alcoholismo es una enfermedad que progresa a la pérdida del control en el consumo del alcohol.

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El concepto de enfermedad es importante porque legitima la búsqueda de una ayuda profesional por parte del paciente y facilita el uso de procedimientos diagnósticos por parte del médico. Tiene serios efectos en la persona, la familia y amigos, así como en la misma sociedad.
Es frecuentemente encontrada en la práctica médica y un profesional ve por lo menos un paciente alcohólico al día en el consultorio. Sin embargo, el diagnóstico temprano es un serio problema debido a la confusión en el concepto de alcoholismo. Además, la falta de énfasis en la responsabilidad y el rol del médico en este aspecto han llevado a una actitud que no favorece este hallazgo.   

La característica de la enfermedad varía de individuo a individuo, pero generalmente sigue etapas:   

1) En la etapa temprana la persona bebe para disminuir la tensión o escapar de los problemas, luego promete dejar de tomar pero no cumple dichas promesas; bebiendo más y más para obtener el mismo efecto. Generalmente, no puede parar después del primer trago. 2) En la etapa media, niega que toma, lo hace a escondidas, bebe en la mañana y no pasa un día sin tomar. Más tarde, tiene dificultad en obtener la "misma satisfacción", no importa la cantidad que bebe. 3) En la etapa tardía, vive para beber. El alcohol está antes que nada y desconfía de las personas, pierde toda ambición, no puede asumir responsabilidades y se ausenta del trabajo. No se alimenta, sufre de malnutrición y empiezan los "temblores en la mañana". Finalmente, "toca fondo" y continúa bebiendo a pesar de las dolorosas consecuencias físicas; así como la ruina social y personal.   

Las razones específicas por la que un paciente alcohólico consulta al médico pueden ser muy variadas. Frecuentemente se presenta en el consultorio con varios síntomas médicos transitorios que afectan diferentes órganos sin mencionar el uso del alcohol. Es importante recordar que el alcoholismo ha reemplazado a la sífilis como el gran imitador de enfermedades en los pacientes. Pero algunas cosas llaman la atención, inclusive antes de que el paciente entre al consultorio. Ejemplo: la esposa o compañera es quien pide la cita para un examen físico de rutina, sin que el paciente presente quejas específicas y en caso de una hospitalización, muy pronto comienza con malestares desproporcionados e irritabilidad extrema; hasta finalmente abandonar el hospital abruptamente en menos de 12 horas después de su admisión en contra de los consejos médicos. Durante la obtención de la historia clínica es importante fijarse en la respuesta verbal y corporal del paciente al preguntar acerca del consumo de alcohol. Las respuestas típicas son: "el alcohol no es mi problema, yo puedo controlar mi bebida y solo tomo cerveza". Es importante informarse primero sobre todas las posibilidades de disturbios en la vida de la persona y luego preguntar sobre: 1) cómo la persona se siente acerca de su manera de beber 2) si alguien ha expresado antes alguna preocupación sobre la misma y 3) si anteriormente sintió la necesidad de parar de tomar. La historia de cambios frecuentes de trabajo así como una función por debajo del nivel de preparación son importantes. También la presencia de alcoholismo en la familia.   

El examen físico puede dar algunos hallazgos subjetivos como angiomas en arañas en la piel, acné rosácea o ictericia. También los moretones de diferentes inicios y las quemaduras de cigarrillos. En la mujer, dos o más quemaduras horizontales de horno en el antebrazo de diferentes tiempos en su origen, pueden ser importantes. Las fracturas diversas, del codo, nariz, piernas, costillas o cráneo cuyas causas no son claramente explicadas dan lugar a sospechas debido a que el 50% de las caídas que resultan en fracturas son debido al consumo del alcohol y si el paciente retarda la consulta sobre la misma, el porcentaje se eleva a casi el 100%. Una disminución marcada de la masa de los músculos proximales tanto de la extremidad superior como inferior puede ser debido a una miopatía alcohólica. Una necrosis aséptica de la cabeza del fémur sin historia de algún trauma debe despertar la sospecha. El paciente que tiene un primer episodio de taquicardia supra-ventricular paroxística como adulto, puede ser un alcohólico y debe ser considerado como tal hasta probar lo contrario. Desde luego, cualquier tipo de arritmia cardiaca puede presentarse en alcohólicos en la fase aguda de abstinencia y el daño cardiaco del alcohol puede progresar a una franca cardiomiopatía. La presión arterial es más difícil de regular en el alcohólico hipertenso. Desde el punto de vista neurológico, la dificultad de la memoria, periodos de amnesia e insomnio, deben hacer sospechar de alcoholismo. El temblor de la mañana que hace difícil sostener un vaso de agua y que empeora con los movimientos y va acompañada de nistagmos con vértigos que gradualmente disminuyen durante el día, es prácticamente equivalente a síntomas de abstinencia del alcohol.   

Un examen de laboratorio de rutina, acompañado de una placa de tórax, confirma el diagnóstico de alcoholismo en un 38% de los casos. Los hallazgos más frecuentes son una macrocitosis sin deficiencia de ácido fólico, vitamina B12 o una anemia significativa. Se debe determinar el nivel de alcohol en sangre en todo paciente hospitalizado; especialmente si es traumatizado.   

Las consecuencias adversas de pasar por alto este diagnóstico pueden ser múltiples y el reconocimiento de la existencia del problema es el primer paso para dejar de beber; siendo definitivamente una responsabilidad médica el enfocar en la etapa temprana de la enfermedad debido a que cuanto más temprano es el diagnóstico, mayor es la posibilidad de la recuperación.   

* Médico especialista diplomado del Consejo Americano de Psiquiatría y Neurología.
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