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María Aurelia Codas, instructora de fitness, indica que así como las mujeres se preocupan por estar en forma durante el embarazo, también es importante tratar de continuar con los cuidados después del nacimiento del bebé.
“Se deberá distinguir el entrenamiento de una mujer sedentaria, de otra que no lo es, y también el tipo de parto que tuvo. El tiempo de recuperación difiere si fue parto normal o cesárea. En caso de que la mujer haya tenido un parto vaginal y se ha entrenado durante su embarazo, puede inmediatamente ya en el sanatorio comenzar a ejercitar sus músculos con ejercicios específicos de respiraciones y contracciones abdominales”.
María Aurelia opina que para la gimnasia se recomienda evitar el uso de fajas, porque eso impide el trabajo abdominal, por lo que sus músculos perderán tonicidad y fuerza, además de verse el vientre más abultado.
“La nueva mamá debe seguir dando de mamar a su hijo”, destaca. Resalta la profesional que luego de seis semanas se puede volver al gimnasio; es recomendable comenzar con yoga, pilates o ejercicios específicos de columna, pues es una zona que queda muy vulnerable luego del embarazo. La gimnasia más dinámica, como spinning, pesas, remo, etc., deben realizarse una vez que la mujer se sienta con todas sus fuerzas reestablecidas y habiendo ya recuperado completamente su estado físico habitual.
Cuando hubo cesárea
“En el caso de una cesárea, los cuidados son diferentes. El tiempo de recuperación es más lento. Recuerde que no se trata de algo natural como el parto vaginal, sino de una cirugía con todos los cuidados que eso implica respetar. Se recomienda volver a ejercitarse en casa con caminatas suaves y respiraciones pausadas para la tonicidad abdominal, pero recién cuando el médico tratante lo autorice”.
La entrenadora aconseja no hacer esfuerzos antes del segundo mes del posparto; una buena señal de que no se están haciendo esfuerzos indebidos es evitar perder loquios o coágulos de sangre. Si eso ocurre, hay que suspender la actividad física. La vuelta al gimnasio tiene que ser muy suave y respetando las señales que su cuerpo envíe; no se recomiendan ejercicios muy vigorosos hasta después del tercer mes posterior a la operación.
“La diastasis o separación de los músculos abdominales desaparece entre las cuatro y ocho semanas después del nacimiento. El médico tratante mide la distancia entre los rectos abdominales en la primera consulta después del parto, siendo normal que sea de uno a dos dedos, pero en caso de que la distancia sea mayor, no se deberá hacer ningún ejercicio abdominal”.