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Para rehabilitarse de la condromalacia rotuliana es necesario conocer su etiología, es decir su origen y su fisiopatología; tener en claro algunos aspectos biomecánicos para tratar de darle solución kinésica o de movimientos, a los pacientes.
El licenciado Rodolfo Romero, fisioterapeuta, señala que “la condromalacia rotuliana es el ablandamiento y desgaste del cartílago articular rotuliano, por una fricción o rozamiento más de lo normal de la cara posterior de la rótula (una zona de mucha concentración de cartílago en el cuerpo humano) con los cóndilos femorales”.
Las causas –según detalla el experto– pueden ser múltiples. Los fisioterapeutas evaluarán cuáles podrían ser las más preponderantes como por ejemplo, desbalance muscular, desalineación de la rótula, cuádriceps débiles; traumas directos y sobrecarga articular. La rodilla puede estar sensible a la palpación, levemente hinchada con dolor.
Ante la visita al traumatólogo, quien diagnostica la condromalacia, probablemente le recomendará hacer rehabilitación.
Como parte del tratamiento kinésico el fisioterapeuta trazará los objetivos a alcanzar. Entre ellos, equilibrar fuerzas que controlan la estabilidad de la rótula y aliviar el dolor que agobia a los pacientes.
El licenciado expresa que “con el tratamiento kinésico conservador el 80 al 85% de los pacientes mejoran su calidad de vida y sintomatología, siempre y cuando no estén en un estadio muy avanzado de desgaste articular. Esto sucede en seis semanas aproximadamente de tratamiento kinésico”.
Mientras que el manejo del dolor se aplaca con: “magnetoterapia, electroterapia analgésica, electroestimulación selectiva muscular de cuádriceps, ultrasonidos, entre otros”. Los ejercicios serán de bajo impacto y progresivos.