Sus trastornos son estudiados por los médicos otorrinolaringólogos y foniatras. La fonoaudióloga Dra. Elvira Villagra de Cerna nos orienta.

- ¿Qué es la voz?

- La voz es la emisión sonora del ser humano. El sistema de fonación se encarga de producir la voz, controlar su calidad, tono, modulación e inflexión durante el discurso oral o el canto. Acústicamente hablando, la voz es un fenómeno sonoro estrictamente periódico.

- Se gasta, se potencia, se educa?

- La mayor parte de los trastornos de la voz es el resultado del abuso y el mal empleo de los mecanismos vocales. El terapeuta y el paciente intentan identificar juntos dichos abusos y malos empleos. Una vez identificados, el terapeuta desarrolla estrategias, a fin de minimizar su frecuencia y vigor. El foco de la terapia vocal se transforma en la búsqueda de la mejor voz que el paciente pueda generar, con la mayor facilidad posible de emisión, tono, altura y cualidad de resonancia.

- ¿Cuáles son los tonos de voz?

- Consecuentemente, la voz puede ser aguda, tosca, plana, lóbrega, grave, dura, infantil, monótona, pasiva, ronca, quebrada, penetrante, sombría, atonal, quejumbrosa, etc.

En los hombres, grave, y en las mujeres más, agudo, así como en los niños, hay diferentes clases de disfonías: espásticas por sobreesfuerzo de voz y con gran componente emocional, por nódulos o por pólipos; necesitan reeducación de voz y los pólipos por cirugías y reeducación de voz.

- ¿Cómo se logra la higiene vocal?

- Todo programa de buena higiene vocal debe integrarse con el programa total de rehabilitación, de acuerdo a los pacientes y las circunstancias. La higiene vocal es una cuestión individual. Aunque a todos los pacientes se les proporcionan reglas generales de higiene vocal, el paciente y el terapeuta tendrán que interpretar estas sugerencias de conformidad con la necesidad y la voz de cada paciente.

- Muchos padres se preocupan, por ejemplo, porque a sus hijos no se les entiende nada cuando hablan o les entienden solamente ellos.

- No se les entiende a los niños cuando hablan o solamente sus padres son sus traductores, por mala pronunciación de los sonidos o por problemas de pérdida auditiva, que afectan a la discriminación de los sonidos del lenguaje. Se puede discernir entre problemas de audición y de comprensión con un diagnóstico diferencial, que evalúe a través de pruebas estandarizadas la comprensión y ejecución de consignas dadas a nivel sensoperceptivo (materiales visuales e información auditiva y a nivel verbal puro sin dicho materiales).

También se complementa esta evaluación con estudios específicos de audición, como la audiometría tonal y la logoaudiometría. Uno de los síntomas más visibles de un problema de comprensión es la falta de atención y de memoria auditiva para poder procesar esa información.

- ¿Cuándo hay que ir al fonoaudiólogo?

- Se debe recurrir al fonoaudiólogo cuando un niño a veces responde a su nombre y en otras ocasiones no, cuando de espaldas no responde a la voz normal de los padres, al ver la televisión a un volumen muy elevado, al gritar mucho cuando hablan si es que en el ambiente de los padres no se acostumbra a gritar al hablar, si no desarrollan el juego vocal, que es la emisión de sonidos guturales a partir del segundo mes de vida; si a los 6 meses en adelante no balbucean y si a los 12 meses no tienen alrededor de 12 a 15 palabras con significados como mamá, papá, teté, chau, pipí, cacá, guau guau, coco, vení, etc.