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Podemos vivenciarla desde varios niveles, en el social por ejemplo, podemos encontrar creencias irracionales y tabúes en torno a la menopausia que generan efectos emocionales negativos, muchas veces un temor anticipatorio a padecer ciertos trastornos a nivel corporal, relacional y psicológico. Por esto es importante que tengamos una información lo más certera posible sobre lo que es la menopausia para evitar las creencias irracionales que nos puedan conducir al aumento del estrés y al empeoramiento de los síntomas normales de una etapa más en la vida de la mujer.
Muchos de los cambios hormonales que nos ocurren durante el proceso de la menopausia pueden causarnos síntomas tanto físicos como psicológicos. Impacta en la vida emocional y sentimental de una mujer, y no estamos preparadas para esto, irrumpe en nuestras vidas silenciosamente y cuando nos damos cuenta estamos tan metidas en los síntomas que dejamos de pensar en cómo superarlos. Y creemos que debemos “padecerlos” porque la madre naturaleza así nos programó y nuestro ginecólogo también lo afirma. Nada más lejos de la verdad, debemos informarnos para poder manejar todos los cambios que vamos experimentando, manejar estos cambios que se producen en nosotras, que nos abren las puertas a nuevas formulaciones, reformulaciones en el ámbito laboral, relacional y afectivo.
El considerar el periodo de la menopausia como crítico, lleno de cambios psicológicos ligados muchas veces a la depresión, se impuso en la psiquiatría y en la ginecología desde finales del siglo XIX. Luego fue desmentido por investigaciones llevadas a cabo en los años 80. Estas creencias que se manifiestan en algunos escritos psiquiátricos académicos, y, sobre todo, en los realizados por los ginecólogos, obedecen más a una creencia, que a una explicación científica. Delanoë, Daniel; (2002).
Sabemos que el descenso de los estrógenos se asocia con tres fenómenos: síntomas vasomotores, atrofia urogenital y pérdida de masa ósea. MAS Rodríguez (2013).
Algunos autores han señalado que la menopausia puede actuar como un factor agravante del curso de los trastornos afectivos en nosotras. Otros autores sostienen que la menopausia aumenta el riesgo de depresión en la mujer. La OMS concluye que es posible detectar un incremento de síntomas psicológicos en el periodo premenopáusico y un descenso de la frecuencia uno o dos años después de la menopausia. Otros autores han sostenido la importancia de las características de personalidad y antecedentes psiquiátricos.
(*) Psicóloga clínica