Cirugía robótica

La cirugía robótica debe definirse propiamente como cirugía laparoscópica asistida por un robot. El sistema de cirugía robótica surge como un concepto nuevo en los años 1995, debutando en el mundo moderno y en el área quirúrgica en 2000 a través de las unidades quirúrgicas llamadas Da Vinci fabricadas por la compañía americana Intuitive Surgical. En la actualidad tan solo en los Estados Unidos existen aproximadamente un número que supera las 2.000 unidades. Una de las primeras cirugías en los Estados Unidos se llevó a cabo en el año 2002, siendo la urología una de las pioneras en esta área.

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A través de los años el sistema de cirugía robótica ha alcanzado una gran penetración en múltiples especialidades incluyendo la cirugía general, la cirugía bariátrica, la ginecología, cardiología, pediatría y recientemente la otorrinolaringología.

Dentro del área urológica sus aplicaciones son variadas incluyendo la patología cancerígena y benigna. Uno de los cánceres más frecuentemente tratados con esta tecnología lo constituye el cáncer de próstata. Tan solo en los Estados Unidos se estima que el 90% de aquellos pacientes afectos por cáncer de próstata tratable por cirugía se someten a este procedimiento. Las afecciones renales tanto tumorales como benignas no se han quedado atrás y existen un crecimiento constante de su uso en dichas afecciones.

Pero ¿en qué consiste un sistema de cirugía robótica? El mismo consta de tres elementos fundamentales: la consola en donde el médico lleva a cabo el procedimiento quirúrgico y controla al robot quirúrgico colocado al lado del paciente. La consola proporciona una visión en 3D del interior del paciente, y un sistema de joystick que permiten el control de los tres brazos que controlan los instrumentos dentro del paciente y que permiten llevar a cabo el acto quirúrgico. Una visión magnificada de 10 veces el ojo humano asociado a la tercera dimensión hacen del procedimiento quirúrgico algo que podría definirse una como una “obra de arte quirúrgica”. La carencia del temblor e instrumentos con movimientos que simulan la mano humana se suman a la maximización de los resultados tanto oncológicos como funcionales.

Otro componente es el robot en sí que cuenta con cuatro brazos mecánicos en donde se montan la cámara y los tres instrumentos básicos.

El último componente lo constituye la torre laparoscópica en donde se integran las imágenes digitales captadas por la cámara dentro del paciente. La cirugía robótica cabe dentro de los procedimientos llamados mínimamente invasivos, entendiéndose por ello que los mismos implican pequeños orificios en la superficie del cuerpo a través de los cuales la cirugía se lleva a cabo. Estos procedimientos traen aparejadas una pronta rápida recuperación y reincorporación social-laboral del paciente.

Desafortunadamente aún no está disponible en Paraguay.

(*) PhD en la Universidad de Okayama Japón. Hartford Hospital en Estados Unidos/Oncología Urológica y Cirugía Robótica.

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