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La colecistectomía por vía laparoscópica –mal llamada por láser– es la mejor técnica que incorpora numerosos beneficios frente a las operaciones convencionales, motivo por el que también se utiliza en otras patologías quirúrgicas, como las de úlcera gastroduodenal complicada, peritonitis, apendicitis aguda, afecciones ginecológicas, tumores intestinales benignos y malignos, obesidad mórbida etc.
La cirugía se realiza con anestesia general (igual que en todas las cirugías laparoscópicas, excepto en las traumatológicas), y se debe hacer una completa historia clínica, examen físico de la región afecta, para llegar a un buen diagnóstico. La ecografía es útil en esta región.
El instrumental para la cirugía laparoscópica es el mismo utilizado para otras intervenciones y se agrega una clipadora especial para fijar la malla a estructuras firmes y evitar la migración. Actualmente, existe un adhesivo para fijar la prótesis, pero el costo es alto. En esta técnica, al ingresar con la óptica en el abdomen, permite confirmar el diagnóstico, apreciar otras hernias, explorar toda la cavidad abdominal y, en algunos casos, realizar procedimientos para resolver otras patologías como adherencias, biopsiar, extraer líquidos del abdomen para estudios y diagnosticar tumores pequeños no visualizados por la ecografía e inclusive por la tomografía. Existen muchas indicaciones para resolver las patologías de la pared abdominal, en especial, en las hernias recidivadas y bilaterales.
Lo que implica
Esta técnica implica para el equipo quirúrgico la paciencia y el interés para utilizarlas, el buen uso de los instrumentales laparoscópicos, conocer la anatomía de la región y la reparación de la falla anatómica con material protésico. Otra gran ventaja de la técnica es colocar la malla de un tamaño grande (7 x 15 cm) que cubra toda la región inguinal. Esto no es aplicable en el método convencional por ser el tamaño de la incisión de piel entre 7 a 8 cm. Se utilizan tres trocares de 5 y 10 mm. Solo cambiando de posición al paciente y al equipo quirúrgico es posible resolver la hernia del lado opuesto. La malla se introduce doblada a través de los trocares y es fácilmente desdoblada, ubicada y fijada. La malla no debe quedar en contacto con el intestino.
El paciente se moviliza en el posoperatorio inmediato para eliminar los gases muy molestos en esta técnica. Se utilizan pocos analgésicos y el alta sucede en 24 horas. El principal objetivo de esta técnica es demostrar la eficacia y seguridad en la herniorrafia inguinal, evitando la incisión clásica muscular y aponeurótica, que presenta dolor, complicaciones y ausencia laboral considerable. La recuperación deportiva también es rápida y la cicatriz abdominal, mínima.
* Especializado en hernia inguinal, vista intraabdominal, cirugía general y laparoscópica.
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