Ciencia y tecnología en el embarazo

La evolución de la medicina en general y de la ginecología y obstetricia en particular experimentaron numerosos cambios atendiendo fundamentalmente a los progresos logrados en tecnologías aplicadas a las ciencias de la salud, pretendiendo dar la máxima cantidad y la máxima calidad de vida.

Cargando...


Esta revolución científica consintió penetrar en un mundo hasta entonces desconocido por todos, el proceso del embarazo, ampliando el campo de estudio a un concepto moderno e innovador: El feto como paciente, en el cual los profesionales quienes nos dedicamos a esta noble labor enfrentamos a dos distintos pacientes.

Pero para comprender mejor esta amplia definición, recurriré a dos historias de vida que ilustran de manera implícita cómo el feto desde el vientre materno es hoy un paciente más, a quien tenemos la obligación de controlarlo y asistirlo.

Primavera del año 1970. Julia, una joven madre, no era capaz de comprender los cambios que experimentaba día a día su cuerpo, hasta reflexionar que ya transcurrían casi cuatro meses sin la regla y decide consultar al médico.

Este, luego de conversar y examinarla minuciosamente, sospecha de la probabilidad de un embarazo remitiéndola al laboratorio de análisis clínicos para confirmar o descartar esta posibilidad.

La bioquímica toma la muestra de la orina de Julia y mediante la ayuda de un sapo (método utilizado para el diagnóstico del embarazo en esos tiempos) le da la noticia al cabo de unos días que iba a ser madre.

La alegría le invadió y no podía imaginarse cómo sería su niño y soñaba con el día de verlo fuera de su vientre, se ilusionaba recorriendo vidrieras para comprar las primeras ropas que utilizaría, pero solo se limitaba a adquirir algunas que pudiera usar tanto si era una niña como si fuera un niño.

Consultaba periódicamente con su médico, seguía todas las instrucciones que él le daba, hasta que llegó el gran día: unos dolores terribles invaden su vientre que le obligan a ir al hospital porque pareciera que una nueva vida se asomaba al mundo.

Su médico, con elegancia y solvencia, le manifiesta de que le ayudaría a soportar mejor los dolores del parto con una técnica nueva que un colega anestesista acababa de traer del extranjero, la anestesia con ''éter gota a gota'', pero sobre todo la novedad fue que ella elegiría el aroma que inhalaría: jazmín, rosas o pacholí.

Luego de incansables horas y la paciencia inalterada de su médico obstetra, por fin, junto a su esposo, asisten al nacimiento de una niña, a la que bautizarían más tarde como Mónica María, de 3 kilos y 600 gramos, con la nariz igual al padre y los cachetes de la madre.

Treinta y tres años más tarde, en la primavera del año 2003, luego planificar el embarazo y de haber tomado ácido fólico durante más de tres meses (para la prevención de los defectos del tubo neural), con dos días de retraso, Silvia acude presurosamente a la farmacia para adquirir un test de embarazo.

A solas en su cuarto, después de depositar unas gotas de orina en el recipiente, espera ansiosa el resultado, dos rayitas rojas y... ¡positivo!

La alegría que experimentó con la noticia fue similar a la de Julia y rápidamente avisó a su esposo, y más tarde visitaron al médico para iniciar los controles prenatales.

Este, luego de conversar y examinar minuciosamente le solicita una ecografía para confirmar el embarazo y los análisis que debía realizar además de darle las recomendaciones necesarias, en especial la de continuar con el ácido fólico.

La ecografía resultó más impactante de lo que ellos esperaban; no solo podían ver al embrión de 11 semanas (dos meses y medio de gestación) moverse en el interior de su vientre, sino también comprobar su vitalidad, saber que ya contaba con todos los brazos, manos, piernas y pies, que la medida de la traslucencia nucal era normal y verlo en tres dimensiones (mediante la ecografía 3D) similar a una foto digital del embrión, resultando para la pareja una experiencia fascinante por la relación afectiva padres / hijo que había empezado tan temprano y porque ya tenían la primera foto de su niño.

Los controles médicos seguían. Pasaron luego por el cribado bioquímico de cromosomopatías, por otras ecografías con la noticia que toda la familia esperaba: ¡un varón!

Entre ellas la ecografía morfológica alrededor de las 20 semanas de gestación (cuatro meses y medio), otras ecografías en 3 y 4D permitieron ver que la nariz era de la madre y los cachetes del padre, todo esto desde el vientre materno.

Más tarde los controles de monitoreo fetal y perfil biofísico fetal hasta que los mismos dolores que experimentó Julia eran ahora presa de Silvia, acudiendo rápidamente al hospital junto su médico y anestesista, quien rápidamente sedó los dolores con la epidural, aceleró la dilatación y unas horas después Diego José vería la luz.

Estas dos historias de vida diferentes, separadas por un poco más de tres décadas, pero con un mismo desenlace feliz, el nacimiento de Mónica María y el de Diego José permiten demostrarnos los avances que experimentó la medicina a favor de un ser intrauterino, olvidado y considerado por mucho tiempo como una caja de Pandora.

Las diferencias que podemos establecer de estas dos situaciones no solo apuntan al hecho de tener una mayor tecnología que permite confirmar los diagnósticos de manera precoz, sino también permiten un control más estricto del feto, buscar probables alteraciones en el bienestar fetal que antes no se tenían en cuenta y permitir la prevención de algunas malformaciones.

Todos estos conocimientos de la medicina, toda esta tecnología aplicada a dos pacientes, la madre y el feto, permiten que hoy ambos puedan ser controlados detenidamente.

Desde hace mucho tiempo la madre era ya vigilada y el feto pasada inadvertido, pero hoy él puede también serlo desde unas pocos meses de vida y a lo largo de todo el embarazo, hasta que la naturaleza determine que ya es hora de ver la luz.

Esto permite acuñar una nueva terminología. Esto permite que nazca una nueva ciencia que hasta no hace mucho tiempo era impensable: el feto como paciente.
Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...