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La licenciada Dolly Ruiz, psicóloga, dice que termina el año y nuestra mente se ocupa del balance de los logros y sinsabores que nos deja, mientras nos enfocamos en lo que queremos para el año que se inicia. Así también realizamos una lista mental de nuevos desafíos a concretar.
“Algunos repasarán esta lista en los primeros minutos del Año Nuevo, al tiempo que comen las 12 uvas o cumpliendo algún otro ritual. Lastimosamente, muy pocos lograrán concretar dichos propósitos”, afirma.
Lo importante es tener un abanico de alternativas “asumir los errores, reconocerlos y aprender de ellos, ya que estos pasos nos permiten superarnos y mejorar”, reflexiona.
Por su parte, la doctora en psicología Mirtha Riveros, menciona que en estos últimos días de otro año que se va, se evalúan las metas propuestas al inicio, a celebrar lo alcanzado, evitar el desánimo por las adversidades y replantear estrategias de acción con ingenio y creatividad para lograr lo trazado.
“Recuerde que para iniciar cualquier emprendimiento con éxito, sea romántico, laboral, intelectual, profesional, monetario, en fin, de cualquier ámbito de nuestra vida se deben tener en cuenta las múltiples posibilidades de cambio que se realizan para obtenerlo. El deseo vehemente y apasionado de alcanzar las metas genera entusiasmo que mueve a la acción de automotivación y superación personal”, añade.
Enfatiza que “a cada instante se toman decisiones que traen consecuencias positivas o negativas que afectan las metas trazadas. A su vez generan cambios en las emociones y autoestima, pensar antes de actuar y evaluar las acciones realizadas es fundamental”.
La licenciada Ruiz dice que cuando sucedan ciertas situaciones, es importante tomarse un tiempo para pensar cuál fue el error y cómo puede evitar que vuelva a suceder. Considerarlo como una enseñanza y no como un fracaso, y por sobre todo, evitar depositar en los demás la causa de los errores, ya que de esta manera no se podrá superar.
Agrega que “es importante actuar, ya que una vez que tiene claro lo que desea y cuál es el camino para alcanzarlo, deberá ponerse en acción. Nuestras acciones son las que definirán nuestro progreso. Por ejemplo, si se queda esperando que las cosas sucedan, puede que nunca pasen. Para lograr nuestras metas debemos hacer algo, nadie más lo hará, solo depende de nosotros”.
La profesional enfatiza que hay que diferenciar una meta de un deseo, teniendo en cuenta que una meta implica planificación y compromiso.
Afianzar fortalezas
La doctora Riveros señala que muchos son los factores a superar y la auto observación es la principal estrategia de cambio, ser autocrítico para promover el orden de las ideas, realizar cambios oportunos y actuar con dedicación, tenacidad, perseverancia y madurez.
Detalla que “ser audaces en tomar riesgos y seguir adelante con paciencia ante los desafíos diarios ayudará a lograr más autoconfianza, ganarse nuevas amistades y sentirse más realizado cada día. Otro aspecto importante es no dejarse influenciar por la negatividad de los demás”.
Algunas ideas útiles para trazar objetivos es “tener en cuenta las fortalezas que tienes, tus habilidades, para qué actividades eres bueno; identificar las oportunidades que posees o puedas obtener. Si es factible que lo apliques en este momento o esperar el adecuado; las debilidades que has descubierto en el proceso y los cambios que puedas poner en práctica, sin desanimarte, para que no afecten las decisiones, y asumir con responsabilidad los retos del día a día”.
Escribir en un papel
La doctora Riveros dice que un método muy eficaz para lograr objetivos es escribir en un papel detalladamente cada una de las metas, pensadas previamente con coherencia en la posibilidad de logro, fijar metas alcanzables y definir específicamente; crear un plan de trabajo para llevar a cabo. Tomar conciencia que disfrutar una vida, plena y feliz, implica un proceso previo de pensamiento y acciones.