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El Prof. Dr. Luis Costas Gastiaburo, otorrinolaringólogo, subraya que la prevención es ideal para evitar la laringitis aguda. Para ello aconseja no abusar del uso de la voz, no consumir irritantes, respirar un ambiente saludable y libre de polución, usar tapaboca en caso de cuadros infecciosos, y lo principal, no fumar.
–¿Cómo notar que el paciente tiene laringitis aguda?
–El médico observa si la persona presenta cambios en la voz de manera brusca, aguda, con dolor al hablar o tragar, y, sobre todo, cuando hay dificultad respiratoria con emisión de un sonido “estridente”, al introducir el aire en los pulmones (estridor inspiratorio).
–¿Cuáles son las posibles complicaciones si no se trata a tiempo?
–Como es una inflamación, el peligro radica en la obstrucción al pasaje de aire, y, en caso de ser un cuadro inflamatorio infeccioso, este puede progresar a los bronquios y pulmones produciendo una bronquitis o neumonía.
–¿Por qué los antibióticos no son recomendados?
–No se recomiendan de inicio, ya que un alto porcentaje de casos se deben a factores ambientales climáticos, cambios bruscos de temperatura, inhalación de irritantes, polvo, cigarrillo, virus, abuso excesivo de la voz en cantantes, maestros, vendedores, etc. Solo en los casos infecciosos producidos por bacterias (que son los menos frecuentes) es donde se recomiendan los antibióticos, a manera de evitar el abuso de ellos y la creación de bacterias resistentes.
–¿Qué pasos seguirá el especialista otorrinolaringólogo si una persona posee laringitis aguda?
–Investigará la causa, según la historia clínica, solicitará exámenes laboratoriales y la evaluación mediante una endoscopia. Analizará la característica de la inflamación, así como la búsqueda de otras causas que predisponen a la laringitis.
–¿Una persona fumadora es más propensa a padecer laringitis aguda?
–Sí, es un factor predisponente a la laringitis aguda recurrente, y a partir de ahí al cáncer de laringe.
–¿Qué consejos brinda al respecto?
–Se recomienda consumir mínimamente los condimentos, picantes o frituras, y en el tratamiento específico se recurre a antiinflamatorios, corticoides, nebulizaciones y, si se trata de una infección, antibióticos. En casos más severos, se puede requerir una intubación o una traqueotomía de urgencia.
Consulte a su médico.