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La profesora Mónica Mendoza, coordinadora del aula hospitalaria de educación escolar básica, del Hospital de Clínicas, explica que los niños, niñas y adolescentes que están internados en este recinto reciben educación escolar. El servicio se inició en marzo de 2010.
“Las docentes trabajamos con metodología de plurigado o multigrado que denominamos al trabajo realizado con grupos de alumnos pacientes desde los 5 años para preescolar hasta 15, 16 años que cursan el 9º grado”.
En el aula se reúne a los pacientes por grupos etarios o niveles, según dice la docente; por ejemplo, alumnos del primer ciclo pueden trabajar juntos teniendo muy en cuenta ritmos y niveles académicos. Lo mismo se hace con los del segundo y tercer ciclos. “Sirve para que socialicen entre sí, compartan tareas, experiencias, vivencias, ya que queremos que dentro del aula puedan vivenciar de nuevo su mundo infantil a través de los juegos, tareas escolares, cuentos, manualidades y dibujos”.
Según señala la docente, se trata de estimular la autoestima, ya que estos niños y adolescentes sufren largos periodos de depresión; la mayoría son del interior del país. “El desarraigo, las personas extrañas que los examinan todos los días, los pinchazos, transfusiones, crean en ellos y sus padres una actitud de miedo e incertidumbre”, alega.
Casos graves y crónicos
En el Hospital de Clínicas hay niños internados en el departamento de Hemato Oncología Pediátrica y allí el equipo pedagógico tiene la tarea de sembrar en medio del dolor. “Trabajamos con chicos que tienen leucemia, tumores cancerígenos, hemofilia, púrpura, aplasia medular, anemia hemolítica, ceguera y muchos otros síndromes poco conocidos.
“Otro nivel de enfermedades corresponde a la Unidad y Cátedra de Pediatría, donde hay pacientes con enfermedades crónicas: asma, lupus, fibrosis, problemas renales, neumonía, insuficiencia cardiaca, artrosis infantil, problemas neurológicos, diabetes. También hay casos de infecciones, problemas oculares, hepatitis, fracturas, dengue y pulmonía”.
Se opera de dos maneras, con aquellos que ya poseen una escuela de origen, o sea tienen una inscripción previa a su hospitalización, se contacta con la institución vía telefónica, refiere la profesora. “Se envía un informe por escrito de su proceso de aprendizaje y calificación propuesta. Aquellos que inician su vida escolar o no cuenten con inscripción los matriculamos en una escuela aledaña al hospital”.
“Muchos pacientes, en especial los oncológicos, no tienen alta médico para ir a la escuela, por lo que se realiza de esta manera el acompañamiento académico. A fin de año son promovidos, con boletines de calificación, se les califica teniendo en cuenta tareas y trabajos prácticos”.
“Las maestras dependemos de la Dirección General de Educación Inclusiva, Dirección de Atención Educativa a Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Riesgo, del Ministerio de Educación y Culto. No se acepta ningún tipo de discriminación”.
mirtha@abc.com.py