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El doctor Daniel Campos Benavidez, especialista en ortopedia y traumatología, explica que el paciente Natividad Gómez (50) tenía una artrosis degenerativa, secuela de traumatismo crónico. La rodilla tenía una deformidad en varo acentuado que encorvaba su extremidad.
El equipo médico que participó en esta cirugía de artroplastia, además del doctor Campos Benavidez en el Hospital Nacional de Itauguá, lo forman el anestesiólogo doctor Gabriel Servín, el jefe de Servicio y equipo doctor Ricardo Gregor, según informa el traumatólogo.
La técnica se realiza “con prótesis total de rodilla cementada con utilización de injerto óseo de donante vivo, técnica que se hace regularmente en dicho centro hospitalario.
“Más de 80 cirugías de prótesis de cadera y rodilla se realizan anualmente, constituyendo así uno de los hospitales de mayor volumen de patologías de esta complejidad”, destaca el Dr. Campos Benavidez.
–¿Quiénes son candidatos a una prótesis de rodilla?
–Las prótesis de rodilla constituyen el reemplazo de la articulación femorotibial y selectivamente, la articulación femoropatelar mediante componentes protésicos de metal quirúrgico y polietileno. La indicación principal lo constituye el dolor en dicha articulación, que muchas veces puede comprometer severamente la calidad de vida del paciente. El mayor porcentaje de prótesis de rodilla se realiza secundario a artrosis degenerativa primaria, o sea, sin causa aparente identificable. Existen otras causas que están aumentando en prevalencia, como ser las secundarias a secuelas traumáticas, expresión directa de la cantidad de accidentes en moto actualmente.
–¿Qué expectativas de recuperación puede tener el paciente luego de su cirugía?
–Hoy en día mediante el uso de técnicas mínimamente invasivas, técnicas modernas de anestesia así como medicamentos de última línea se logran resultados muy buenos y satisfactorios para el paciente en un periodo agudo. Todo esto permite una recuperación funcional rápida y la reincorporación del paciente a sus actividades cotidianas en un tiempo muy breve. Para ser más específico, un paciente postoperado de una prótesis de rodilla con técnicas modernas y un protocolo de fisioterapia agresivo puede a las 24 horas flexionar y extender la rodilla a más de 90 grados sin mayor dificultad. Y más del 90 por ciento empieza a reanaudar la marcha con asistencia. Luego de los 10 a 15 días del postoperatorio, más del 80 por ciento se encuentra incorporado a sus actividades cotidianas y laborales.
–¿Cuáles son los riesgos?
–Una artroplastia de rodilla constituye una cirugía mayor en la especialidad, por lo que es necesario que se realice en un hospital de alta complejidad y con profesionales debidamente formados y entrenados. La evaluación y preparación del paciente, así como la elección del tipo de prótesis y la técnica quirúrgica, pueden hacer la diferencia entre una prótesis exitosa y una fallida.
El paciente en este caso tiene una rodilla reconstruida, el hueso ya incorporado, y la prótesis que tiene una vida aproximada de 20 años. En cuanto a los cuidados posteriores son los de la herida: medidas de profilaxis medicamentosa con antibióticos, similar a cualquier herida traumatológica.