Artralgia: ¡ay, qué dolor!

Conspiran contra la columna, caderas, rodillas y los pies el sobrepeso y la inactividad. Se produce un dolor intenso incluso en las manos, y obliga a soltar el objeto que se sostiene. La artralgia se relaciona con artritis y artrosis.

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La artralgia –conocida como dolor articular– puede estar relacionada con la artritis, y ser muy dolorosa. Las articulaciones son las uniones entre los huesos, y se encargan de proporcionar elasticidad, están recubiertas de cartílago, un tejido firme que permite el roce entre los dos huesos que se articulan, lo que amortigua la carga física.

La Dra. Margarita Duarte Laterza, reumatóloga, señala que las articulaciones pueden doler porque están inflamadas, como en el caso de las artritis; y por desgaste de las superficies articulares como en las artrosis o por simple sobrecarga durante actividades intensas.

Resalta la especialista que “en los casos de golpes es recomendable acudir al profesional traumatólogo. En las situaciones de dolor crónico o con síntomas extrarticulares, como pérdida de peso o manchas en la piel, lo ideal es consultar al reumatólogo. En ambos casos, las patologías podrán ser evaluadas o tratadas en equipo”.

“Lo principal es que el paciente conozca lo que tiene y los alcances del tratamiento. Es mejor evitar ciertas actividades que desencadenan el dolor que administrar medicamentos en forma crónica. Además cabe resaltar que es importante llevar a cabo ejercicios, adecuados a cada paciente, por ejemplo, si está con la rodilla hinchada no debe caminar porque solo conseguirá empeorar la inflamación. Pero sí puede hacer otros tipos de ejercicios, de otras áreas del cuerpo, o fisioterapia según la situación clínica”, enfatiza.

¿Qué es el dolor?

Duarte aborda el dolor: “Es una sensación desagradable que puede aparecer espontáneamente o en algunos movimientos, por ejemplo, dolor en el hombro al alzar algo o en la mano al agarrar un objeto pesado. El dolor a veces es tan intenso que impide que se realice ese movimiento o le obliga al paciente a soltar el objeto que sostiene.

“El médico indagará si el dolor está presente incluso en reposo, si aparece todos los días o sólo a veces, solo en la noche. Controlará si existe mejoría con la inactividad o al ejercitar la articulación. Todas estas características del dolor guiarán al profesional al diagnóstico de la causa”, dice la especialista.

Recuerde las medidas de corrección postural y la realización de ejercicios físicos que pueden combinarse con ejercicios de fortalecimiento muscular, flexibilidad y coordinación motora. Le conviene caminar, bailar, nadar, ir en bicicleta, hacer yoga, si se adaptan a la gravedad de la enfermedad, con las indicaciones respectivas del médico. Tome la vida con calma.

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