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El doctor Alfredo Recalde Fretes, cirujano pediátrico laparoscopista del Hospital Nacional de Itauguá, dice que la apendicitis aguda es la causa más frecuente de abdomen agudo quirúrgico en niños. El apéndice es un órgano adosado al intestino grueso, en la parte inferior derecha del abdomen.
El médico cirujano explica que “este proceso favorece una invasión bacteriana, provocando una infección local con formación de abscesos y necrosis. Si no se extrae el apéndice se produce una perforación con extensión del proceso inflamatorio e infeccioso terminando en peritonitis”.
La apendicitis aguda “se inicia con una obstrucción de su luz, por diferentes circunstancias como: fecalito (materia fecal), parásitos, cuerpo extraño (escarba dientes, clavos, etc.)”, reseña el profesional.
“El cuadro clínico se inicia con dolor en la región de epigastrio (cerca del estómago). Luego de ciertas horas el dolor se dirige hacia la fosa ilíaca derecha (parte inferior del abdomen), acompañado de vómitos, fiebre y a veces disuria, que es la dificultad o dolor al orinar”, expresa el doctor Recalde Fretes.
El diagnóstico “es eminentemente clínico. Los medios auxiliares corresponden al laboratorio: hemograma, PCR, coagulograma, electrolitos, tipificación. Otros como orina simple, Rx de tórax y abdomen, ecografía abdominal, Tac simple o tomografía de abdomen”, añade el cirujano pediatrico.
Es necesario diferenciar de otras patologías, “por ejemplo la gastroenteritis viral, adenitis mesentérica, neumonía derecha, divertículo de Meckel (saco ciego del intestino delgado), entre otras”, según el especialista.
El único camino
El doctor Recalde Fretes indica que la apendicectomía convencional (incisión en abdomen inferior derecho) videolaparoscópica es el tratamiento para la apendicitis aguda.
Adenitis mesentérica
Hay que considerar que la “adenitis mesentérica es una enfermedad, en donde los ganglios linfáticos del intestino se inflaman y producen dolor abdominal que puede simular una apendicitis aguda”, reflexiona.
“Las causas más frecuentes son las infecciones víricas, sobre todo de vías respiratorias superiores (catarros, faringitis, etc.) y gastrointestinales (gastroenteriritis aguda)”, explica más adelante el facultativo.
Describe que “el niño presenta unos síntomas sugestivos, y en el caso de las niñas adolescentes: ausencia de manifestaciones de enfermedades intestinales, urinarias, ginecológicas”.
Por eso resultan útiles los análisis de sangre y la ecografía abdominal
“No tiene tratamiento específico, pues remite de forma espontánea en unos días, con antiinflamatorios y analgésicos. Además de vigilar la evolución del dolor y la aparición de signos de alarma como la fiebre y los vómitos”, culmina.