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La apendicitis es un proceso agudo, infeccioso del apéndice, un órgano que se encuentra en el inicio del intestino grueso. Por lo general, se inicia con un malestar en la boca del estómago o dolor de varias horas de evolución que puede ir acompañado de náuseas o vómitos.
El doctor Hugo Arza, jefe del servicio de cirugía y urología pediátrica del Hospital Nacional, informa que la apendicitis aguda es la urgencia quirúrgica pediátrica más frecuente, con una incidencia ascendente en los últimos años. Se presenta desde la lactancia hasta la adolescencia, revistiendo mayor gravedad en niños por debajo de la edad escolar.
“No se conoce una forma de prevenirla, pero es importante evitar las complicaciones que se producen cuando se retrasa el diagnóstico”, agrega.
Por su parte, la doctora Julia Coronel, pediatra, refiere que existen ciertas señales ante la presencia de apendicitis, como por ejemplo dolor abdominal progresivo, náuseas o vómitos, fiebre, nula ingestión de líquidos.
El doctor Arza afirma que el cuadro clínico se basa en dolor abdominal que, en general, se inicia en la zona del estómago, luego se desplaza y localiza en el lado derecho del ombligo, se suma la pérdida de apetito. Recuerde que la fiebre en general no se observa al inicio y puede indicar que la misma pasa a la etapa de complicación que es la peritonitis.
El diagnóstico es clave
“Esta enfermedad puede confundirse con muchos otros cuadros abdominales comunes, por lo que tradicionalmente se la conoce como ‘la gran simuladora’ y es por ello que, la consulta temprana al cirujano pediátrico o al pediatra permitirá el manejo apropiado, con muy buenos resultados”, añade el galeno.
La doctora Coronel enfatiza que no existe formas de prevención de la apendicitis y en ocasiones –si el diagnóstico no es oportuno– se puede complicar la patología y derivar a un proceso inflamatorio localizado que puede progresar a la grangrena y perforación (luego de 48 horas), así también a un absceso localizado y una peritonitis.
La apendicitis puede afectar a niños y adultos de cualquier edad. En raras ocasiones se produce en niños menores de dos años. La apendicitis se presenta más comúnmente en adolescentes y adultos jóvenes.
Si el apéndice se rompe antes de la cirugía, la recuperación puede tardar más tiempo. No retrase la consulta médica, ya que la cirugía debe realizarse para evitar que el apéndice se abra y llegue a peritonitis.
La importancia del diagnóstico
La pediatra Coronel menciona que el apéndice es considerado un órgano vestigial, que si bien tenía una utilidad práctica evidente en nuestros antepasados, al ir evolucionando el ser humano este órgano tuvo una disfunción evolutiva continua, hasta llegar a poseer un tamaño diminuto en el hombre actual.
El doctor Arza subraya que en nuestro medio y sobre todo en la población más vulnerable, aún se observan retrasos en el diagnóstico, relacionados con la consulta tardía y la automedicación en el caso de la apendicitis.
“El diagnóstico es posible sin necesidad de medios ni métodos sofisticados y el tratamiento es siempre quirúrgico. Si bien se leen noticias o información sobre otros tratamientos, no existen evidencias científicas que nos aseguren mejores resultados que la cirugía”, agrega el galeno.
Informa el doctor Arza que “la cirugía consiste en la extirpación del apéndice por vía convencional (cirugía abierta) o mediante laparoscopía en centros asistenciales”.
¿Qué es la peritonitis?
El cirujano refiere que “la peritonitis consiste en la extensión del proceso infeccioso, generalmente con pus, localizada alrededor del órgano o extendiéndose por todo el abdomen y reviste mayor gravedad pudiendo llevar a la muerte del niño, si no es tratada a tiempo y de la manera adecuada”.