Ante la deshidratación infantil

La deshidratación es la pérdida importante de agua y sales en el organismo de los niños. Es en el verano donde la frecuencia de las infecciones gastrointestinales aumenta, debido al calor excesivo y a la contaminación de los alimentos y bebidas. El cuerpo de los lactantes y recién nacidos está compuesto en un 80% por agua, por lo que cuando hay una pérdida de agua y sales por vía digestiva o cutánea en forma de vómitos, diarrea, sudor excesivo, etc. se produce una deshidratación.

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El Dr. Juan Max Boettner Zanotti Cavazzoni nos orienta.

- ¿Qué se debe hacer ante un niño deshidratado?

- En caso de que la deshidratación sea moderada debido a una enfermedad en bebés menores de un año, trate de que su niño tome bebidas, pero no lo obligue.

Si no lo está amamantando, durante las primeras 12 a 24 horas dele solamente líquidos con electrolitos (suero de rehidratación oral), en vez de fórmula.

Si está amamantando a su bebé y ve que orina menos que lo acostumbrado, ofrézcale una solución de electrolitos entre comidas durante las primeras 6 a 24 horas.

Si su bebé está vomitando, dele con más frecuencia cantidades pequeñas de leche materna o suero oral, en vez de darle porciones más grandes con menos frecuencia.

De esa manera tomará la misma cantidad de líquido, pero podrá mantenerlo mejor en el cuerpo. Si su niño no está vomitando ni tiene diarrea, además de amamantarlo o darle suero oral, dele también de comer normalmente.
En la mayoría de los casos podrá volver a darle un biberón de fórmula normal después de haberle dado solamente líquidos durante 12 a 24 horas.

Cuando el niño tiene diarrea, es posible que pueda digerir mejor una fórmula a base de soja en vez de leche.En caso de una deshidratación moderada debido a enfermedad en niños mayores de un año, trate de que su niño tome bebidas, pero no lo obligue. Para empezar, bebidas deportivas (líquidos con electrolitos y poca azúcar).

Si su niño está vomitando, es mejor que beba poco más frecuentemente en vez de cantidades más grandes con menos frecuencia.
Si no está vomitando ni tiene diarrea, está bien que le dé solamente agua durante las primeras horas, pero si está con hambre también le puede dar su comida normal.

Después de darle solo líquidos transparentes durante unas horas, comience a darle alimentos con calorías (azúcar) y valor nutritivo.
En caso de una deshidratación moderada debido a ejercicios en niños mayores, ofrézcales agua o bebidas deportivas.

Es probable que su niño tenga mucha sed y hay que dejarlo que beba todo lo que quiera.
Durante las primeras dos horas es aceptable que beba solamente agua, pero después deberá comenzar a darle líquidos con azúcar o comidas normales.

Además, su niño deberá descansar de la actividad realizada en un ambiente fresco y en la sombra hasta que se haya rehidratado.
En caso de una deshidratación severa llame a su médico inmediatamente, porque es posible que su niño necesite fluidos intravenosos en el hospital.

-¿Qué no debe hacer una madre ante un niño deshidratado?

-No se le debe dar a los niños solo agua o electrolitos por más de 12 a 24 horas, porque no tienen suficientes calorías. Para recuperar el vigor, su niño necesita comer comidas saludables normales.

No le dé soluciones muy concentradas, como por ejemplo leche hervida, ni soluciones con mucho azúcar como refrescos, gaseosas y jugos de frutas envasados.

No se debe medicar al niño sin consultar previamente con su médico, ya que en ciertas circunstancias los medicamentos pueden causar más daño que beneficio.

ResumiendoLos bebés y niños pequeños son los que corren el mayor riesgo de deshidratación. Los niños enfermos se pueden deshidratar cuando no quieren beber porque les duele el estómago o se sienten muy débiles.

El reconocimiento y tratamiento precoces de la deshidratación lleva a un restablecimiento rápido y total. La deshidratación grave no tratada puede terminar en convulsiones, daño cerebral permanente o muerte.

Llame inmediatamente al médico si su niño:

-llora sin lágrimas.
-tiene la boca seca o pegajosa.
-no ha orinado en más de 8 horas.
-está mareado o siente que se va a caer cuando está parado o caminando.
-parece menos alerta de lo normal.
-se niega a beber fluidos a pesar de que usted se lo pide.
-parece muy enfermo.
-ha vomitado durante más de 6 a 8 horas o sus vómitos han empeorado.
-tiene diarrea frecuente, sobre todo con sangre.

Fotos: Celso Ríos y archivo de ABC Color.

El Dr. Juan Max Boettner Zanotti Cavazzoni, pediatra diplomado por el Board Americano de Pediatría.
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