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Conversamos con la psicóloga Susana Vázquez sobre la situación de las amas de casa con elevado estrés.
La actividad física en el hogar requiere un gran trabajo de los huesos, músculos, articulaciones, al recoger objetos, hacer las camas, lavar y tender la ropa e incluso levantar cosas muy pesadas. Según algunos estudios, los trabajos de ama de casa hacen que la mujer se agache más de 150 veces al día. Como resultado, son frecuentes las alteraciones musculares como artritis, artrosis, lumbago, ciática causados por exceso de carga y movimientos incorrectos.
–Qué siente el ama de casa?
–Son comunes la fatiga y el estrés como consecuencia de la acumulación de trabajo y las extensas jornadas. Por la tendencia a picotear entre horas y la falta de ejercicio físico regular, se puede adquirir sobrepeso, lo que también influye en la autoestima. Está expuesta a sufrir enfermedades físicas y mentales, como ansiedad y depresión, a enfrentar crisis familiares como problemas de convivencia y crisis de pareja, y hasta conductas adictivas al alcohol, medicamentos o desorden alimenticio.
–Suponemos fácilmente que la mujer que trabaja afuera se libra de la casa.
–El llamado síndrome del ama de casa es una realidad de agotamiento y desgaste, tanto de la mujer que trabaja dentro como fuera de su casa. Esto implica doble estrés, porque, además del cuidado de la casa, cumple un horario laboral. No hay que olvidar la educación de los hijos, tarea que mayormente recae sobre ella. Evidentemente, tantas exigencias le producen cansancio y la pueden llevar a preocupantes cuestionamientos de autoestima, como “no le importo a nadie”.
–¿De qué manera hay que desconectarse?
–Después de la toma de conciencia de que lo que hacemos es importante y trascendente en nuestra familia, combinarla con algún hobby, grupos de actividades manuales o ejercicios físicos con mujeres que estén en la misma condición. Se pueden hacer muchas cosas saliendo de la cárcel mental. Si una mujer está bien o mal, eso mismo transmite a la familia.
Mujer valiente
–¿Con qué frase se puede arrancar provechosamente un largo día de labores?
–Una buena frase maestra sería: “mi tarea de madre y cuidadora de mis hijos es única. Mi deber conmigo misma es cuidarme y mantenerme saludable”.