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La nutricionista presenta algunas opciones de desayunos completos para mejorar la concentración:
Avena con 1 cucharada de semillas de lino, 1 cucharadita de mantequilla de maní, rodajas de banana u otra fruta fresca y algunas nueces o almendras. Las semillas de lino son una excelente fuente de ácido alfa-linolénico (ALA), una grasa saludable que aumenta la función de la corteza cerebral, y las almendras son beneficiosas para aumentar la atención y conciencia necesarias para el aprendizaje, así como para restaurar la memoria y la función cognitiva.
Los huevos son una poderosa combinación de vitaminas B , antioxidantes (protegen las neuronas contra el daño) y ácidos grasos omega 3 (mantienen las células nerviosas funcionando a una velocidad óptima). En el desayuno, dos unidades son suficientes; pueden ser revueltos, duros o pasados por agua.
Jugo de remolacha: los nitratos naturales en la remolacha pueden aumentar el flujo de sangre al cerebro, lo que mejora el rendimiento mental. Se puede licuar 1/2 taza de jugo de naranja, 1 taza de frutos rojos congelados (frutillas, frambuesas o arándanos), 1/2 taza de remolachas en cubitos (crudas o cocidas), 1 cucharada de granola, 1/4 de taza de agua o yogur natural y 3 cubitos de hielo.
Para las comidas principales sugiere optar por lo liviano. Son recomendables los pescados: las sardinas, el salmón y el atún son ricos en ácidos grasos omega 3, responsables de mejorar la comunicación de las células cerebrales y de regular los neurotransmisores que estimulan el enfoque mental. Las lentejas son ricas en vitamina B, que puede ayudar a mejorar la capacidad intelectual. Las verduras de hoja verde oscura como la espinaca pueden reducir el deterioro cognitivo. Los cereales integrales son ricos en carbohidratos complejos, fibra y ácidos grasos omega 3; liberan glucosa lentamente en el torrente sanguíneo para que el cerebro reciba un impulso constante de energía. También pueden promover el estado de alerta mental y mejorar el estado de ánimo. Algunos ejemplos incluyen: el arroz integral, la pasta integral, el cuscús y la quinoa.
Otra sugerencia es la ensalada de tomate, ya que los tomates son ricos en licopeno, un antioxidante que puede proteger las células contra el daño de los radicales libres que están relacionados con la pérdida de la memoria.
No olvidar incluir verduras de color naranja, ricas en betacaroteno, relacionado con un aumento en la función cognitiva del cerebro y las capacidades verbales. Pueden ser cocidas al vapor, crudas o hervidas.
El brócoli es una excelente fuente de vitamina K, responsable de aumentar el poder del cerebro y la función cognitiva.
Para las meriendas, recomienda snacks saludables como nueces, que son un potente alimento para el cerebro, mejoran la función cognitiva e incluso pueden reducir la pérdida de memoria. La fruta fresca es rica en vitamina C, aumenta la agilidad mental y reduce la disminución de las capacidades cognitivas del cerebro. El chocolate negro: el cacao es rico en flavonoides, que son compuestos que se han relacionado con el aumento del rendimiento cognitivo. Dos cuadraditos al día es la medida ideal, concluye.