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La Dra. Olga Gutiérrez, dermatóloga, afirma que “el acné vulgar es propio de la adolescencia y es genéticamente condicionado. En este período, las hormonas sexuales masculinas (andrógenos), producidas por las glándulas suprarrenales, y los testículos, estimulan intensamente las glándulas sebáceas”.
“Estas secretan un exceso de sustancia grasa que lubrifica la epidermis (sebo). El sebo que no puede eliminarse normalmente da lugar a la formación de un pequeño bulto, llamado comedón, que contiene sebo y bacterias en gran cantidad. Su rotura provoca la inflamación de los folículos”, indica.
La doctora señala también que “el acné afecta al 80% de los adolescentes y se caracteriza por la presencia de puntos negros, pápulas, pústulas, quistes llenos de pus y en las formas graves, lesiones profundas infectadas. De acuerdo a la importancia de las lesiones, el acné puede ser leve o grave. Generalmente aparece en la cara, los hombros, el cuello y la espalda. Su comportamiento es más severo en varones que en mujeres”.
“Los factores que influyen son los trastornos endocrinológicos, la proliferación local de microorganismos patógenos, los procesos inflamatorios localizados y la carga genética del paciente. También algunas enfermedades que pueda presentar el afectado, como alopecia, obesidad, diabetes, etc., que pueden afectar el nivel de andrógenos en el cuerpo y, por lo tanto, agravar el acné”.
Refiere la especialista que “en el pasado se consideraba que ciertos alimentos podían provocar la aparición de acné en la persona, por ejemplo, chocolates y embutidos, pero ahora se sabe que no es así, pues no existe ninguna razón que fundamente esta afirmación”.
“Para la prevención se recomienda lavar la piel cada día con un jabón suave. Se desaconseja totalmente manipular los puntos negros y los granos porque de esa manera puede provocar una infección del folículo piloso. El intenso sol puede desmejorar las lesiones superficiales”.
Enfatiza que “otro factor para prevenir la activación del acné es evitar el nivel de estrés, ya que cuando el paciente está muy nervioso está más propenso a generar el brote”.
“La piel del hombre es más propensa al acné, pues es un 15% más grasa que la femenina, cifra que llega al doble de grasa en la zona T del rostro. Es un 25% más gruesa, con más vello facial y poros de mayor tamaño”.