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La genetista doctora Marta Ascurra afirma que el consumo del ácido fólico no solo ayuda a evitar malformaciones de los niños durante el embarazo, sino también a prevenir anemias e hipertensión.
–¿Cuáles son los males congénitos que se producen por la falta del ácido fólico?
–En primer lugar, y demostrados desde la década de los años 80, los defectos del tubo neural (DTN). Posteriormente, se sumaron el nacimiento de niños con labio leporino y fisura palatina, así como los defectos cardíacos, entre otras anormalidades estructurales, así como el nacimiento de bebés prematuros.
–¿Cómo se pueden evitar estas malformaciones?
–El consumo del ácido fólico debe ser por lo menos dos a tres meses antes de que la mujer quede embarazada, lo cual no siempre es fácil debido a que la mayoría de los embarazos no son planificados y la mujer ignora que quedó embarazada hasta que se presenta el primer atraso menstrual. En ese momento el embrión ya se encuentra con tres a cuatro semanas de vida, o sea, tiene entre 21 a 30 días. Las anormalidades estructurales mencionadas, en especial los DTN, se suceden justo entre los 24 y 28 días de vida del embrión.
–¿Cómo se consumen los suplementos y en qué dosis, para prevenir estas malformaciones?
–En el caso de mujeres sin antecedentes familiares, la dosis es de una pastilla de 400 microgramos por día, y si hubiese antecedentes, como un hijo, un pariente con alguna malformación, o pacientes que toman anticonvulsivantes o con diabetes, la dosis se aumenta. La pastilla debe ser consumida de forma diaria; un olvido de más de dos días seguidos inválida el efecto preventivo que pueda tener.
–¿Cómo estamos en el Paraguay con esta prevención?
–En el Paraguay desde hace varios años, a través del Decreto Nº 20830, del 28 de abril de 1998, se hace obligatorio el enriquecimiento de la harina de trigo con hierro y vitaminas (tiamina, riboflavina, niacina y ácido fólico). La harina debe contener 3 mg de ácido fólico por kilogramo.