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Las frustraciones y los “dramas” se ven aplacados con unas simples canciones. No hay nada mejor que escuchar tus temas predilectos en vivo; sí o sí más de uno deseó el mágico momento de ver a su grupo favorito en escena. Es el típico sueño del pibe y, si lo cumpliste, será tu anécdota más contada de por vida.
Sabés que no hay nada que no hagas por ver a tus músicos favoritos y que lo último que podrías querer es que alguien te pille expresándote apasionadamente al disfrutar de alguna canción, pues digamos que Bruno Mars o Rihanna no te parecen demasiado, por más de que así lo sientas. Resulta que nos identificamos con muchos artistas y sus temas, de alguna u otra manera, cuentan parte de tu historia.
“Sing with me, sing for the years, sing for the laughter and sing for the tears, sing with me, if it's just for today, mabye tomorrow the good lord will take you away”, se trata de esto, cantar por el tiempo, por las risas y lágrimas; no hay mejor consejo que este que nos da Aerosmith. Pasaremos y pasamos por situaciones difíciles, pero imaginate que si no fuera así, ¡qué aburridos estaríamos!
De yapa paseate por los años 50, 60, 70 y 80 solo poniéndote los auriculares; esa es la magia de la música, además de ser la eterna trasformadora de tu realidad y el bálsamo en momentos ásperos. Dejate conquistar por las baladas de Elton John o, ¿por qué no?, por unos riffs de The Doors.
Por Ayelén Díaz Chaparro (19 años)