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Maximiliano comenta que siempre se vistió con remeras y calzados que eran diseñados por él mismo. A sus amigos les gustó mucho el estilo de sus trazados y le aconsejaron que vendiera sus creaciones. “Al principio, no tomaba en serio lo que me decían, hasta que un día decidí comprar algunos zapatos blancos, los pinté y empecé a promocionarlos por Facebook”, expresa.
El joven manifiesta que realiza todo tipo de dibujos para los calzados, desde diseños estampados con flores hasta personajes de series animadas, como Bob Esponja o Mickey Mouse. Por otro lado, comenta que los principales materiales que utiliza son los zapatos o alpargatas de lona, sobre los cuales hace los trazados con pintura acrílica. “También, se requiere de mucha paciencia y buen pulso para cuidar cada detalle de la ilustración”, agrega.
Maximiliano explica que eligió el nombre de “Shuu” para su emprendimiento porque pensó en la pronunciación de la palabra zapato en inglés. Actualmente, el joven ofrece sus creaciones en la página de internet de la tienda; los clientes formulan sus pedidos y, luego, él hace las entregas a domicilio.
“Ya sé que es un cliché decir que debemos hacer las cosas con amor, pero realmente funciona. Si te gusta tu trabajo y le ponés todas las ganas, te va a salir genial”, manifiesta Maximiliano, quien, además de elaborar los calzados, está cursando el último año de Diseño de Indumentaria en el Instituto Superior de Arte. El joven explica que desde pequeño sintió mucha inclinación hacia las manualidades y que las horas de artes plásticas en la escuela eran sus preferidas.
Maximiliano comenta que, en un futuro, quiere ampliar su negocio y contar con su propia marca de ropas, tanto casuales como elegantes. Expresa, además, que una de las cosas que más le gusta de su trabajo es ver a la gente lucir sus creaciones. “Es gratificante saber que las personas se sienten contentas con los calzados que diseño”, finaliza.
Por Viviana Cáceres (18 años)