Un país grandioso más allá de la chipa y el cocido

Que el mejor poema del mundo lo haya escrito un paraguayo en guaraní o tener un promedio de 310 días soleados al año son algunas de las razones por las que deberíamos estar felices de pertenecer al país del tereré y la chipa. No nos damos cuenta de lo bonito que es el poseer tanta riqueza natural y el poder disfrutar de la igualdad al formar parte de una población homogénea, en la cual la palabra "mestizo" no tiene un sentido peyorativo.

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Cómo olvidarnos de que son parte de nosotros personajes como Berta Rojas, los integrantes de la Orquesta de los Reciclados de Cateura, nuestro ídolo Chilavert, el músico Mangoré, un célebre escritor como Augusto Roa Bastos y cantantes internacionales como Luis Alberto del Paraná. Personas que nos representan ante otros países y quienes, generalmente, hacen que nos sintamos orgullosos de ser paraguayos. Entre tantas malas noticias no disfrutamos de lo positivo.

El pionero de la aviación paraguaya se llamó Silvio Pettirossi. La bandera paraguaya es la única en el mundo que cuenta con dos escudos. Nuestra Asunción es conocida como la “Madre de Ciudades”. Agustín Barrios “Mangoré” es considerado mundialmente como el más grande guitarrista y compositor para este instrumento.

El Paraguay fue el centro original e histórico de la difusión de la yerba mate y de los primitivos elementos creados para su consumo. Las Ruinas Jesuíticas de Trinidad fueron declaradas patrimonio cultural de la humanidad. El poema en guaraní titulado “Sy-Madre”, del autor paraguayo Cristian López, ganó el I Premio Internacional de Poesía Jovellanos en España.

El registro de especies de aves en Asunción llega aproximadamente a 300, lo que la hace única en las Americas. Es un área clave para la preservación de estos animales, dada la rica diversidad que llega hasta la bahía de Asunción como parada en sus rutas migratorias.

Estas son solo algunas de las muchas características que tenemos para contar de nuestro querido Paraguay. La visión negativa que tenemos del país debería cambiar, ya que por ser pequeños en comparación a los países que nos rodean tendemos a sentirnos menos. Sin embargo, a pesar de todas las dificultades que atravesamos, los paraguayos seguimos saliendo adelante.

Lía M. Barrios (18 años)

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