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La joven comenta que se inició en los negocios en el 2011, pintando uñas esculpidas con una amiga. Luego, ya hacía sola los trabajos; realizaba accesorios femeninos con porcelana fría, como llaveros, aros, pulseras y todo lo que podía producir con este material.
Más adelante, con la ayuda de su mamá y su cuñado, consiguió sumar productos de los Estados Unidos, como remeras y auriculares de artistas como Justin Bieber y One Direction. Cuando comenzó utilizaba solo un espacio de su sala para vender los accesorios, en cambio, en el 2012 logró montar una tienda en Fernando de la Mora y ahora tiene un local llamado Pingo, ubicado en un paseo de Asunción.
Cuenta que, casi siempre, la dificultad de una persona joven es lo económico, pero que tiene el apoyo de su mamá, quien fue la que invirtió por ella. “En principio, mis padres y yo vimos este negocio como un pasatiempo; ellos tenían miedo, pero yo siempre fui independiente y tuve esas ganas de hacer bien las cosas”, expresa.
Ahora, la tienda cuenta con una variedad de accesorios femeninos, como ropas, carteras, bijouterie, almohadas, entre otros. “Busco tener artículos novedosos y que normalmente no se encuentren en otros lugares”, asegura Alma. Asimismo, desea continuar creciendo y seguir adelante.
Afirma que siente el apoyo de las personas y que las redes sociales son una buena herramienta para promocionar, pues de lo contrario no tendría una tienda como la de ahora. Aconseja a los jóvenes que no tengan miedo de hacer lo que desean: “Si sus padres no quieren ayudarlos, demuéstrenles poco a poco que ustedes pueden, pues a mí tampoco me dijeron sí desde un principio”, finaliza.