Cargando...
Es fácil poner excusas y sentarse a esperar milagros, pero sería mejor tomar las riendas de la vida y forjar el camino hacia la realización de los sueños. Por esto no tenemos que dejar que las adversidades superen las ganas de salir adelante, cuando la falta de recursos económicos dificulte la continuidad de los estudios, obstáculo que se puede vencer con trabajo y dedicación.
En este tipo de decisiones, la familia es un factor que influye bastante, ya que la educación de la casa representa el pilar de toda formación, aunque muchos padres no pueden dar a los hijos todos los lujos que quieren. Ellos les enseñan que en el futuro tendrán lo que deseen si se empeñan en seguir adelante y superar las adversidades para lograr ser alguien en la vida, seguramente los jóvenes que tengan esta actitud serán quienes progresarán.
“No voy a perder mi tiempo en la facu, voy a trabajar y ganar plata nomás ya”. Nada de gastar en libros ni cursillos, directo al “laburo”. Algunos creen que ese “cartoncito” que dan en la facu al recibirte no vale tanto, que gua’u gastás el doble de lo que podrías ganar. El dinero va y viene, pero los años que perdiste por “descansar” nadie te los va a devolver. Y al final lo que aportás para tus estudios no es un desperdicio, sino una gran inversión.
Además, los “empleos” que pueden conseguir las personas sin títulos universitarios no son seguros, son casi “chambas”, ya que lo más probable es que se queden estancados y sin la seguridad de que mañana todavía estarán en su puesto. Por esto, aplazar el estudio no es una buena opción, ya que al solicitar un trabajo digno, quién te quiera contratar lo primero que te va a pedir es ese “cartoncito”.
Es cierto que resulta difícil seguir los estudios de forma cómoda, debido a inconvenientes económicos, pero los objetivos que valen la pena no se consiguen fácilmente, entonces por más duro que el camino sea, tal vez es el indicado para recorrer.
Por Ayelén Díaz (17 años)