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¿Por qué elegiste este oficio?
Como soy hijo de peluquero, entonces me empezó a gustar a cierta edad y decidí implementarlo en mi vida. Era muy corto el estudio y breves las capacitaciones, también por eso.
¿Cómo fue que llegaste a Joseph?
Mediante un amigo que me comentó, cuando eso recién volví de Argentina. Me dijo que ahí necesitaban un colorista, pasé a hacer las pruebas y me integré al grupo.
¿Tenés preferencia en cuanto a algún estilo?
El estilo europeo, pero implementando obviamente el modelo paraguayo, porque los jóvenes hoy en día hacen su propio estilo de peinados y todo eso.
¿Qué pensás de las personas que al escuchar “peluquero” relacionan con la homosexualidad?
Todos los que están en este ámbito saben, que no solamente los homosexuales eligen esta carrera. A ellos se los diferencia por saber mucho sobre cortes para mujeres y a los heterosexuales por los estilos varoniles. Llevo ocho años en esto, y ya me lo preguntaron varias veces. Fácilmente te acostumbrás, pero nunca te salvás de la consulta sobre este tema.
¿Tuviste algún inconveniente cuando decidiste ser peluquero?
Varios. Mi familia sí apoyaba, pero lo que me dificultaba era lo que pensará la gente, aunque a mi no me molesta porque una vez que decidí estudiar esto, me metí del todo. Nunca me importó lo que digan los demás porque siempre fui independiente.
¿Es difícil la vida de un peluquero?
Sí; porque pasás doce horas en tu trabajo, tenés un día libre y un domingo de por medio. Y la convivencia con la familia es muy difícil, porque del trabajo llegás cansado, y tu pareja tiene que entender, ya que casi no estás en la casa.
Carlos Gómez de la Fuente (17 años)