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En cada curso existen los compañeros que se hacen de los “sanitos”; estos personajes son identificados por consumir yogur con su galletita integral o, simplemente, llevan su propia fruta. Pero, a veces, no resisten la tentación de saborear las deliciosas empanadas que hay en el comedor del colegio.
Por otro lado, están las personas que siempre llevan los sándwiches especialmente preparados por la mamá. Alguna vez habrás visto el táper de un compañero que está lleno de unos exquisitos bocaditos y no podés evitar pedirle uno. Muchos de los que tienen su propia comida son los más “jopy” y, además, se quejan que en la cantina todo es caro.
No importa en qué colegio entres, siempre están los karu vai; estos personajes se caracterizan por comer en todo momento. Cada vez que les mirás están masticando algo y ya sea dulce o salado. Te preguntás de dónde sacan tanto dinero para consumir tantas cosas, ya que a vos apenas te dan un 5000’i y debés aguantarte el hambre que tenés cuando estás en clases.
Los amigos pedigüeños son infaltables en tu entorno, siempre están a la pesca para que le convides lo que estás comiendo. “Invitame pues, no seas tranca”, es la típica frase. Sí o sí debés compartir tu merienda, porque es tu mejor amigo y siempre te banca. Aunque le des la mitad de tu comida, se va junto a los demás y no duda en pedir de nuevo, no importa lo que estén consumiendo.
También existen los indecisos, quienes, mientras están en la fila, no sabén aún qué comprar hasta que llega su turno y piden lo primero que ven. A veces, por el simple hecho de verte comer una empanada, van a la cantina a pedir lo mismo. Para ellos, saborear algo en el receso es una rutina y lo practican por inercia, no porque tengan realmente hambre.
¿Sos de los que llevan la manzanita o te identificás con algún personaje? Cada chico de tu clase es diferente a la hora del recreo; ¿lograste identificarlos con alguno de tus compañeros? Comiendo o simplemente mirando, seguramente que el receso es lo más divertido que hay en el cole.