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En el alborotado mundo actual lo tecnológico se apoderó de muchas mentes jóvenes. Pero aun así seguimos conservando algo hermoso que es ayudar a los demás.
Con las campañas solidarias organizadas casi enteramente por jóvenes, llenos de energía y deseosos de hacer algo por los más carenciados, queda bastante claro que los chicos no se preocupan solamente por farras ni por la diversión propia.
El espíritu generoso se encuentra presente dentro del corazón de muchos adolescentes. Es importante que la sociedad valore nuestra buena voluntad, para que el apego a las ganas de colaborar no se pierda nunca.
La juventud solidaria no es solo un lindísimo aspecto que tiene el país por las actividades bondadosas que realiza, sino que además sirve de gran ejemplo a las generaciones futuras. Así, el lado generoso de los chicos y chicas siempre estará presente en la mejor etapa de la vida.
Por Gabriela Vera (18 años)