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Si pensaste que siendo historiador ibas a tener la vida solucionada económicamente, estás muy equivocado. En caso de que no te vas a dedicar a la profesión por "la voz interior", sino solo por plata, abortá la misión, ya que por lo general quienes eligen esta profesión, terminan dando clases, y todos sabemos que los maestros no nadan en billetes.
En el campo de la psicología tampoco hay mucha rentabilidad, ya que en general se termina trabajando en el departamento de recursos humanos de una empresa o en un consultorio privado, donde, a causa de los prejuicios, es presumible que no acudan muchos pacientes. En muchos casos, estos especialistas también terminan dando cátedras en un aula.
Ser actor de teatro parece tentador, aparentemente te vas a volver millonario con unas subidas a las tablas, pero las expectativas se van a disipar como humo al aire cuando sepas los avatares que se sufren con la profesión, sin vocación y solo por dinero; tal vez solo dures un día. Los trabajadores del sector incluso deben empezar haciéndolo gratis, y cuando ya tienen experiencia deben pelear por recibir lo que creen justo.
Los periodistas, por lo general, tampoco reciben una equitativa remuneración a nivel mundial, teniendo en cuenta las arduas horas de trabajo y el alto riesgo que conlleva la labor. Así que si solo te impulsa el afán de ser millonario, olvidate de esta profesión.
Aunque en cada caso hay excepciones, y todo dependa de la calidad del profesional, muchas veces
los trabajadores de ciertas áreas no reciben un sueldo alentador, lo que no quiere decir que sean prácticamente indigentes. Si tu prioridad es solo ser millonario con estas carreras, en las que más que nada se necesita vocación, es improbable que cumplas tu objetivo.
Por Dayhana Agüero (18 años)