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El padre de Fiama fue quien la motivó a incursionar en la música y el canto desde pequeña. Proveniente de una familia de artistas, siempre se sintió atraída por las melodías. Cuenta que el canto es importante en su vida: “La música es todo para mí, es lo que me da de comer y me ayuda a estudiar”.
Hace más de un año le diagnosticaron cáncer, lo cual fue un obstáculo para estudiar en la facultad y seguir cantando con su grupo familiar Kachatores, pero a pesar de todo logró superarlo: “El año pasado fui a consultar. La doctora pidió urgentemente que me realizara una ecografía abdominal y vio que tenía un tumor en el ovario izquierdo. Me hicieron unos análisis y me operé el 20 de setiembre. Al principio pensé que iba a morir; fue lo primero que me vino a la cabeza”.
Apenas terminada la semana de la operación regresó a la universidad para seguir estudiando y tratar de no perder las clases: “Cuando estuve enferma me levantaba de la cama, salía de la quimio para irme a la facultad y poder habilitar algunas materias. No quería perder mi semestre, les rogaba a los profesores que me hicieran rendir, les presentaba notas, papeles y certificados médicos para justificar mis ausencias. Logré rendir para el segundo llamado; en febrero, como si me hubiese aplazado”.
Comenta que le interesa bastante la Justicia y desea llegar a ser fiscala algún día, razón por la que estudia Derecho en la Universidad Nacional. Su sueño es combinar las facetas de abogada y cantante al mismo tiempo.
Siempre peleando por intentar alcanzar sus objetivos dijo que no debe existir excusa cuando se quiere lograr algo y, como buen ejemplo de lucha, dedicó un mensaje a los jóvenes: "Esta enfermedad no impidió que mantuviera el ritmo de vida que tenía y sea una chica normal. Siempre mantengan la vista hacia adelante a pesar de los obstáculos".