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Un comentario gracioso o un “qué calor hace, ¿verdad?” ya funciona para dar pie a una conversación. Las mujeres de por sí tenemos nuestra forma de seducir o coquetear, quizá con una mirada o pasando frente al muchacho que nos gusta. ¿Qué te falta para que te atrevas y rompas el hielo? No es justo que toda la responsabilidad de concretar un encuentro sentimental recaiga en el hombre.
Sin perder el sentido de la feminidad, podemos hablar, invitar, llamar y hasta comenzar una relación. Buscar en el Facebook y solicitar al chico que conociste el día anterior no es una mala idea. Si te sentís segura, sabés lo que querés, sos alegre e inteligente, ¿por qué no hacer algo para conocer a ese alguien especial? Es tu turno de ser la princesa azul de alguien.
Si vos le propusiste claramente que querés salir con él a algún lugar y ni así demuestra interés, no hay una sola razón por la cual insistir. Nunca tomes un “no” como desafío, solo perdés el tiempo.
Muchas cosas han cambiado; ahora podés expresar tus sentimientos sin que sea mal visto entre tus amigos. Pero nunca dejes de valorarte, seguís siendo una hermosa e inteligente mujer.
No te estás ofreciendo en bandeja de plata, porque desde el momento en que vos “te declarás”, simplemente le estás diciendo: “Tenés oportunidad conmigo”, y no: “Estoy a tus pies”. Si le interesás, el muchacho puede empezar su “conquista”, y si no, cada uno sigue su camino y fin de la historia.
Ya no estamos en jardín de infantes, y todos sabemos hablar y expresarnos. ¡Tanto que se promueve la igualdad!, hagamos uso de ella y dejemos de esperar a que el celular suene.
Por Lía M. Barrios (19 años)