Martin Luther King jr fue uno de los líderes antiracistas más grandes de la historias y pudo instituir su doctrina por todo Estados Unidos convirtiéndose en un antes y después en la historia de la humanidad, esta es su historia.

Hijo de un ministro baptista, estudió teología en la ciudad de Boston, desde joven tuvo en cuenta la segregación racial que existia en su país, en especial de los estados del sur. Cuando se convirtió en pastor en una iglesia de Montomery, Albama, la gente se dió cuenta de su carisma y su anhelo por ver a su país libre de toda discriminación social, siempre siguiendo las huellas de su ídolo, Mahatama Gandhi.

En su época los autobuses estaban divididos en dos partes, una de blancos y otra de negros, en el momento que se llenaba la sección de los privilegiados, uno de color debía ceder su asiento para que el pasajero "normal" disfrute de su viaje.
Esto generó una molestia en la mente de Martin Luther King, e instó inmediatamente a los de su raza a no abordar los autobuses y caminar hasta su lugar de trabajo, esto generó pérdidas en los empresarios del transporte público y terminaron aboliendo la ridícula regla. Ese fue el primer logro de Luther King.

Pronto se abrió paso y llegó a ser dirigente de las diferentes organizaciones a favor de los negros de su país, con su carisma, cambió la mentalidad a muchos otros de color, cosa que desagradó a los blancos estadounidenses que posteriormente lo encarcelaron. Gracias a la ayuda de nada mas y nada menos que John F. Kennedy. Luego de esto logró que los menos privilegiados tuvieran acceso a bibliotecas, comedores y estacionamientos.

Ni siquiera el mismo presidente de la república ni el valor que tenían las palabras de Luther King lograron frenar los ataques nacionalistas de los negros que atacaban con violencia en reclamo de sus derechos.
Esto actuaba contrariamente a la revolución pacifista de Luther King quien ganaría el premio Nóbel de la Paz en 1964. Una bala segó su vida, el asesino fue James Earl Ray quien posteriormente se retractaría de su mortal acto.

Esto y mucho más fue lo que nos dejó Martin Luther King, un ejemplo de vida, hoy ya no vemos tanta discriminación racial como la había antes, aprendimos que no es necesario tomar las armas para hacer valer nuestros derechos.

Hoy en día necesitamos que una persona que piense con cabeza fría nos guíe hacia un mejor gobierno plagado de sinvergüenzas y ladrones.

Los jóvenes podemos hacerlo, como Luther King, somos capaces también de hacer frente a toda una estructura que parece indestructible, pero se puede.