Aunque los picholos siguen con la técnica de siempre, muchas mujeres caen. Quizás sea porque todavía no conocen bien a estos personajes; sin embargo, hay maneras de descubrirlos a simple vista. Algunas de sus principales características son las siguientes: cuidan bastante su imagen, es decir, son metrosexuales, así que si les ves mirarse por un largo rato en el al espejo, es un indicio; les gusta hacerse notar y no son capaces de decir que no ante una oportunidad de salir con una chica.
Un donjuán es muy “enamoradizo”, porque un día está con una pareja y, a la siguiente semana, con otra señorita; tal vez no sea su intención o quizás sí. Muchas veces, las mujeres le caen “del cielo” y no necesitan mover un dedo, pero en otras ocasiones se esmeran por conseguir aunque sea su número de cel “para poder seguir en contacto”.
Nunca se pierden de una parranda; son como murciélagos porque generalmente “salen” en la oscuridad. Los animales de la noche están presentes en todas las fiestas; aunque sea un primer añito, ellos sin falta estarán ahí, más si es un festejo de quince, pues durante la velada siempre está concentrado en levantar al menos dos pendejas, como mínimo.
Cuando ves a una chica interesante pero tenés miedo de hablarle, a veces le pedís a un socio que tiene la facilidad de charlar con ella que te sirva de enganche, y puede que el muy picho se quede con esa persona que te gusta, sin pensar en tus sentimientos; así de “plaga” puede ser, pero a pesar de todo es tu “amigo”; por eso no le das una trompada que lo mande hasta su casa.
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Estos personajes están por todos lados, expectantes de cualquier movimiento nocturno que pueda haber para disfrazarse de niño bueno y así terminar conquistando a su próxima víctima. ¿Será que algún día las chicas se darán cuenta de que estos hombres les repiten la misma historia y evitarán caer como una pieza de dominó?
Por Aristides Arámbulo Venegas (16 años)