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Las leyes están para ser cumplidas; sin embargo, en el Paraguay casi nunca pasa esto. Hay una cantidad inmensa de faltas de tránsito que cometés todos los días, pero ni te das cuenta, por la desinformación que tenés al respecto. ¿Sabías que cuando el semáforo da rojo, debés frenar mínimamente a un metro del que está frente a vos? Con el auge de automotores en la ciudad, esto es prácticamente imposible, ya que todos están pegados como chicle.
Algunas de las tantas faltas graves que ni conocías son: bajar del auto dejando el motor encendido y sin luz de stop, manejar en zapatillas u organizar una caravana sin previo permiso de la municipalidad. También constituye una infracción conducir sin remera, no encender el señalero 20 m antes de girar y mostrar resistencia a la autoridad cuando sos pillado in fraganti.
Vemos a personas lavando autos en la vía pública, pero no sabemos que esto es una incorrección grave. Así también, son causas de sanción ir más de dos personas en una moto, transportar menores en ella y, por sobre todo, no usar casco. Tocar la bocina solamente está permitido si es una urgencia; por ejemplo, si hay una ambulancia o un camión de bomberos queriendo pasar.
Está prohibidísimo tener el celular encendido mientras cargás combustible en las estaciones de servicio. “Por suerte”, algunos de los personales de la Patrulla Caminera tampoco conocen a rajatabla las reglas de tránsito, ya que todas estas fallas son merecedoras de multas, que van de cuatro a 10 jornales. Para fortuna del bolsillo de los infractores, no tienen a tantos “zorros” controlando los errores de los conductores de autos y motos por las calles, porque o si no, mba'eichaitépa ojepikáta hikuái.
Por Javier Morales (18 años)