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"En nuestras familias se sabían las propiedades anticoagulantes de la telaraña; entonces, decidimos aprovechar este conocimiento ancestral y crear algo novedoso. Luego descubrimos que también es antiséptica, es decir, puede prevenir infecciones", explican Erma y Ramón. Ellos son estudiantes del colegio nacional Miguel Ángel Rodríguez, de Ñemby, y expusieron el experimento en el Movimiento Internacional para el Recreo Científico y Técnico (Milset), en Brasil.
Confiesan que solo pudieron ir a la competencia en el vecino país gracias a la ayuda de los padres y profesores, ya que de parte del Estado no obtuvieron apoyo, pese a que realizaron notas solicitándolo. Sin embargo, las ganas nunca se hicieron cuesta abajo. La emoción fue aún mayor cuando estaban en la feria internacional y observaron a contrincantes de alto nivel. Relatan que vieron, inclusive, creaciones robóticas que los asombraron. "Igualmente, causamos admiración con nuestro estand de ñandutí", añaden.
Cuentan que al principio pensaron en hacer una gasa, ya que creían que la materia prima que trataban se prestaba para ello; sin embargo, los expertos en laboratorio les dijeron que sería imposible. Entonces, empezaron a llover ideas sobre el producto que se podría crear. Una pomada o crema serían atractivas, pero en el mercado ya existen muchas, por lo tanto, optaron por hacer un gel.
"Combinábamos reactivos; como algunos químicos reaccionaban mal, debíamos sustituirlos y empezar la mezcla de nuevo, hasta que, finalmente, dio resultado", relata Ramón. Erma cuenta que nunca perdieron la esperanza en el experimento. "Una vez que terminamos, iniciamos las pruebas y, de una población de 50 personas, 25 dijeron que usarían nuestro gel debido a sus buenos resultados", añade la estudiante.
Cuentan que están ansiosos por la acreditación para participar en Milset México, donde la competencia es mayor. "Estamos seguros, porque probamos que somos capaces. Pese a cualquier prejuicio, seguimos adelante", afirma Ramón. "Lo importante es demostrar las aptitudes justamente a quienes no creen en ellas", concluye Erma.
Por Dayhana Agüero Brítez (19 años)