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“Yo comencé con esto porque mi hermano lo practicaba y me llamaba la atención”, comenta Lucas, quien entrena BMX (Bike Motocross), deporte en el que se hacen piruetas con una bici.
Relata que se inició tomando la disciplina como un simple hobby. “Así como casi todos los demás chicos, comencé imitando a los pros del deporte hasta que le encontré la esencia: tenerlo como estilo de vida”, menciona.
“Lo que me gusta de este deporte es que los amigos que hacés son de verdad; nos une un lazo muy fuerte: el BMX”, opina.
Esta disciplina tiene diversas modalidades, la primera es park, que consiste en recorrer un circuito con curvas que ayuden a tener altura para hacer maniobras con las bicicletas. La siguiente es street, en la que se realizan trucos en las zonas urbanas. En este tipo se utilizan partes de la ciudad, como escaleras y bancos de plaza, para deslizarse en los bordes.
En la modalidad de freestyle se encuentra dirt, conocido comúnmente como “rampas de tierra”. Esta forma consiste en tener tan solo un lanzador y un recibidor de tierra para realizar las piruetas con más altura. Por último, se encuentra flatland, en la cual los trucos son desempeñados sin necesidad de rampas.
El joven compitió varias veces a nivel nacional e internacional. “Es grande la diferencia, ya que si la competencia es en el exterior te encontrás con rampas reales, y si es en Paraguay, los extranjeros se sorprenden al ver que nuestras pistas son desarmables”, expresa.
Lucas también mencionó que para entrenar BMX es indispensable el uso de cascos, rodilleras y coderas, ya que brindan la seguridad que se necesita. Además, la bici debe ser pequeña para ganar manejabilidad sobre ella en el momento de hacer las piruetas.
Por último, Lucas anima a tomar al deporte como algo serio. “La onda no es andar con remeras holgadas y con la bicicleta a cuestas tomando tereré; tenés que entrenar, sudar la gota gorda y enfocarte para llegar a ser el mejor rider”, expresa.
Por Rocío Ríos (18 años)