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Cristian estudia en la escuela diferencial Máximo Arellano de Asunción, pues tiene el coeficiente intelectual disminuido. Cuenta que en 2012 se realizó un torneo en su institución y luego de los juegos le recomendaron ir a las Olimpiadas Especiales Paraguay para practicar atletismo. Así, a los 12 años comenzó con las carreras, las postas y el salto largo.
“Lo que me animó a incursionar en esos deportes fue la emoción de hacer algo nuevo”, comenta el joven. En julio formó parte de la delegación mundialista que representó al país en los Juegos Mundiales de las Olimpiadas Especiales 2015, que se realizó en Los Ángeles. Para clasificar a esa competencia internacional, participó y ganó medallas en los Juegos regionales y, luego, en los nacionales.
La competencia que más le gusta es la carrera de 1500 m, modalidad con la cual obtuvo el quinto lugar en los juegos realizados en los EE. UU. También ganó dos medallas en ese país: una de plata, en posta de relevos 4 x 100 m y la otra, de bronce, por salto largo. Anteriormente, ya había viajado a Brasil y Mar del Plata para participar de los Juegos Escolares, y en ambas oportunidades obtuvo varias medallas, incluida una de oro.
Actualmente entrena dos horas diarias, de lunes a sábados. Cristian asegura que le gustan mucho las tres disciplinas que practica, pues gracias a ellas y las Olimpiadas Especiales ha vencido la timidez, ha logrado mayor independencia y, además, se ha fortalecido en la parte física.
Alienta a todos los jóvenes a que se animen y entrenen atletismo o cualquier deporte que les guste, sin importar las dificultades con las que se topen, pues hay mucha diversión y siempre se aprende algo nuevo. Expresa, además, que los amigos que ha hecho durante cada viaje son lo mejor que le han regalado las Olimpiadas Especiales.
Por Ana Jazmín Lezcano (19 años)