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El principal causante de la ansiedad es el miedo, el peor enemigo a la hora de rendir un examen. Normalmente, el terror aparece cuando pensamos constantemente en lo que tenemos que estudiar y lo vemos como demasiado extenso o difícil. Allí los nervios se apoderan de nosotros, se convierten en temor y comenzamos a creer que no recordaremos nada en el momento de la verdad.
Esa clase de pensamiento negativo siempre es perjudicial, a la hora de rendir provoca que todas nuestras ideas se enreden. Es en ese momento cuando nuestro miedo se hace realidad: la mente se convierte en lo que Aristóteles llamaba tabula rasa, lo que traducido a nuestro idioma signifíca hoja en blanco.
Hay muchos que estudian absolutamente todo, punto por punto y hasta pasan horas sin dormir; sin embargo, no se dan cuenta de que esto no los beneficia en nada, ya que con una mente cansada es más complicado rendir una final. Es importante estar desestresado para el examen, no está mal preocuparse, pero hacerlo en exceso solo nos perjudica.
Para tener éxito en estos últimos pasos hacia las vacaciones, lo fundamental es que mantengamos siempre la mente positiva. No nos dejemos llevar por el pesimismo de frases como: “demasiado largo es lo que tenemos que estudiar” o “no voy a poder pasar luego” porque, aunque no nos demos cuenta, cada vez que decimos cosas como esas, estamos caminando inconscientemente hacia el aplazo.
Por Rubén Montiel (19 años)