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Antes de aventurarnos a conseguir un empleo, es fundamental que reflexionemos sobre aquello que nos entusiasma y para lo que somos buenos, pues la clave del éxito radica en el talento y en las arduas horas de trabajo que invertimos. Cuando nos dedicamos a aquello que nos apasiona, esto deja de ser un trabajo y se convierte en una diversión; nos sentimos motivados y lo más importante es que logramos alcanzar nuestro máximo potencial. Recordemos que el primer paso para cumplir nuestros sueños es pensar que sí los podemos hacer realidad.
Cuando se trata del primer empleo, debemos trazarnos metas, pero seguramente, a lo largo de nuestro camino, cometeremos más de una equivocación, ya que nadie es perfecto; por eso tenemos que aprender de nuestros errores y seguir tras aquello que tanto anhelamos. Para empezar, debemos enfocarnos en el currículum, que es la mejor forma de promorcionarnos y dar el primer paso para obtener un buen empleo; su gran objetivo es conseguir una entrevista. Es una recopilación de todos tus datos académicos, experiencias, idiomas y talleres. No te olvides de incluir también actividades de voluntariado en las que hayas participado; esto ayudará a que el seleccionador tenga una idea más cercana acerca de tu personalidad.
Quizás el desafío mayor con el que nos encontraremos a la hora de conseguir un empleo es la entrevista. Es natural que en ese momento los nervios se manifiesten, pues está en juego nuestro futuro trabajo; hasta podríamos tartamudear, clara señal de inseguridad; lo ideal sería que lográramos dominar nuestros nervios. Es importante que seamos sinceros y demostremos seguridad.
Con estos detalles y mucho optimismo, tranquilo..., con la ayuda de Dios, ¡lo lograrás!
Por Matias Orué (17 años)