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Te producís para una salida nocturna entre chicas, con ganas de bailar y conocer nuevos amigos; el guardabosque es el pesado e insoportable hermano mayor de tu amiga. Desde el principio ya no te cae bien por el hecho de que ese prójimo se convertiría en un estorbo dentro del grupo femenino. Pero poco a poco, ese prejuicio se va difuminando a medida que te acercás y entablás una conversación típica, a pesar del fuerte tunchi-tunchi.
Una charla que comenzó siendo amistosa y reveló algunos datos personales entre vos y “el pesado ese”, si terminan en coqueteos, al transcurrir el tiempo quizás nazca la posibilidad de llevar esa relación a otro nivel y, si creés que te estás enamorando del hermano de tu amiga, ¿qué hacés antes de aceptar tus sentimientos encontrados?, ¿los aceptás o ignorás por completo para evitar problemas?
Ni siquiera te imaginás cómo reaccionaría tu compa al saber de esta situación. Podría ser positiva y tomar con buena onda la noticia o tal vez no. Sea cual fuere su decisión, lo cierto es que, por un lado, estarías poniendo en juego tu amistad, y por el otro, el amor que fue creciendo hacia ese chico, visto anteriormente como el ogro de su hermano mayor.
Por más insoportable que sea su hermano con ella, sabés que tu amiga lo adora y, una vez que se entere de la verdad, podría costarle bastante asimilarlo totalmente. En situaciones como esta, es cuestión de conversar detenidamente y saber separar las distintas aristas, para que nadie salga lastimado o con alguna espina. Lo más sano es lograr aclarar las circunstancias para que las buenas compinches puedan terminar siendo cuñadas.
Por Desirée Esquivel (18 años)